XXIII Arrepentimiento pt. 2

" La memoria es el más hermoso tesoro y a su vez, la más terrible trampa. Nos hiere o reconforta arbitrariamente, mientras el corazón intenta mantener al alma entera"A. B. Rémeny
Las rodillas de Jiang Cheng se doblaron bajo su peso cuando la puerta se cerró con un leve sonido, los ojos abiertos con estupefacción mientras las últimas palabras del jade hacían eco en el vacío espacio.
¿Qué había ocurrido?
Clanck...
...clanck...
<<Tiene tres días para irse del palacio...>>
Aquellos ojos azules permanecieron ausentes unos segundos más antes de enfocar la vela que antes fuera tirada por el viento, la cera fría y blanquecina arruinando el suelo de madera.
Un parpadeo. El aliento retenido saliendo de los labios.
Entonces la comprensión llegó poco a poco, cambiando la expresión vacía a una llena de angustia y enojo.
...clanck...
...clanck.
Lo arruinó... dioses, lo había arruinado tanto.
Su mirada cambió de dirección a la ventana, la madera grabada aun golpeando contra la pared al ritmo del furioso viento del exterior, los relámpagos retumbando con fuerza e iluminando los ojos de Jiang Cheng en una tonalidad violeta.
<<... por favor, no regrese...>>
Esa expresión, pensó torciendo los labios, JiangCheng recordaba esa misma expresión.
En el templo de Guanyin, la noche que el anterior líder Jin murió.
En aquel entonces, herido por Jin GuangYao y con su energía espiritual bloqueada, Jiang Cheng observó el intercambio entre Zewu-jun y su hermano jurado, donde lo único que pudo pensar, es que el jade era un idiota por haber dado su confianza a una víbora traicionera como era Jin GuangYao.
<< - Líder de secta Jin, volviste a mentir.
- Solo esta vez.
- Eso es exactamente lo mismo que dijo la última vez... Ya no soy capaz de discernir cual de tus palabras es verdad >>*
¿Quién es el idiota aquí?
Por culpa de Jiang Cheng, el jade de nueva cuenta mostró aquella expresión atormentada en su rostro, la decepción y el desagrado había sido claro en su voz.
El aquel entonces no le importó, pero ahora le provocaban un dolor lacerante en su pecho.
--- Idiota... ---gruñó por lo bajo, furioso y arrepentido.
¿Así que ahora he caído tan bajo en tu aprecio como el imbécil de Jin GuangYao?, pensó con amargura mientras aquellas confusas emociones comenzaban a arder y quemar con ira.
Él no era como Jin GuangYao. Aquel pedazo de basura había orquestado la muerte de su hermana y su cuñado, amenazado la vida de Jin Ling en su necedad de escapar. Jiang Cheng no había asesinado a ningún inocente, ni buscado poder, él solo mintió... porque... él...
<<No me mienta. No a mí>>
Apretó los puños con tanta fuerza que sus nudillos crujieron.
--- Idiota --- repitió, esta vez más fuerte.
¿Pero quién es el idiota? ¿aquel que confió ciegamente en alguien que no conocía o aquel que no pudo admitir la verdad, demasiado asustado de perder lo que ya no existía?
clanck
clanck
Jiang Cheng se levantó del suelo y cerró la ventana con una brusquedad innecesaria, el sonido repiqueteante crispando sus nervios.
Pero no hubo piedad, la innegable comparativa con la rata asquerosa de Jin GuangYao continuó, haciéndole preguntarse si, de tener sus recuerdos, el jade pensaría lo mismo.
No soy él, mis motivos son distintos.
'¿Por qué siquiera te importa?'
La enojada y espectral voz de Sandu, señaló a Jiang Cheng que la espada se había liberado de su forzado confinamiento dentro del ropero.
Girándose, encaró a un enojado zorro de mirada platinada. El delicado espectro había erizado su pálido pelaje y mostraba sus afilados dientes, gruñendo mientras lo acechaba con lentos pasos.
Sin sentirse en lo más mínimo intimidado, Jiang Cheng dejó que toda la frustración se mostrara en su rostro mientras se acercaba al zorro, su propia postura amenazante.
Estaba cansado, furioso y tan confuso, que ya no podía discernir entre lo que pensaba y sentía. Lo único en lo que su ofuscada mente se podía concentrar era en cuan mal había salido todo.
Lo había planeado, se esforzó por conseguir atrapar a Hong BaiHe y a sus seguidores, pero al igual que en el pasado, todo se arruinó. Intentó con tanto empeño enorgullecer a sus padres; proteger a su hermana; ayudar al idiota de Wei Wuxian a pesar de tener el peso de su reputación como líder en juego; levantar su secta y mantenerla como una de las mejores... y al igual que ahora, lo único que consiguió fue empeorarlo todo.
<< mintió>>
Había fallado en mantener al jade lejos y de manera tan estrepitosa, que estaba incluso sorprendido de su propia estupidez al esperar otro resultado.
'Esa es una buena manera de describirte'
--- ¡Ya cierra la maldita boca! --- dijo chasqueando los dientes. --- ¿qué demonios estabas pensando? Salir de esa forma, ¿eres estúpida?, ¿qué hubieras hecho si el jade te escuchaba?
'Pensaba, en que prometiste matarlos y para eso necesitas al emperador.'
--- ¡Y eso no cambiará a menos que alguien le corte la garganta! ¡Maldita sea, Sandu! --- Jiang Cheng se mesó el cabello, la amargura subiendo a su garganta con sus siguientes palabras. --- Es su posición como emperador lo que voy a usar, no su memoria. --- Él no era mejor aquellos que se acercaron al jade buscando algo de él, se reprochó --- Gracias a tu estúpida actuación, terminé revelando parte de la verdad y ahora no solo perdí su confianza, también tengo que detener a Bai Huanghou sin usar mi posición en ninguna de las dos cortes.
'Pues solo mátala y termina con esto'
--- Lo dices como si fuera sencillo.
'¡Es sencillo!'
--- ¡Un carajo lo es! --- explotó JiangCheng, arrojando la palangana de agua contra la pared cercana a Sandu, el sonido de la porcelana al estrellarse dándole suficiente alivio para desear hacerlo de nuevo --- ¿es que acaso soy el único con algo de cerebro aquí? Tú y el idiota del segundo jade insistiendo en el pasado. ¡Piensa un poco! ¡¿cómo crees que se lo tomará?! Aun suponiendo que lo convenciéramos de que no se ha vuelto loco, ¿cómo demonios vamos a explicarle que sus asesinos están allá afuera, libres y felices planeando nuestras muertes ¡y que él gustosamente no solo le dio cobijo a la rata traicionera de BaiHe, sino que le ha dado información de su familia, poniéndolos en peligro!?
Sandu usó su cola para lanzar la olvidada vela a su amo, misma que él agarró con un rápido movimiento y luego dejó caer, ambas miradas brillantes de ira y frustración.
'Eso es una excusa'
--- ¿Necesitas que te recuerde lo que hablaron en el banquete?
'Sabes que la información que le dio a Hong BaiHe era falsa.'
Bajando el espejo de mano que iba a lanzar, Jiang Cheng entornó los ojos con sospecha.
--- ¿Qué quieres decir?
La clara duda en la voz de su amo hizo a Sandu bajar su erizado pelaje y ocultar sus colmillos, pero los movimientos nerviosos de su cola advirtieron sus intenciones hostiles. Podía sentir a Shouyue cada vez más débil y mientras este tonto amo suyo se negara a admitir sus sentimientos, la posibilidad de perder a la otra espada era cada vez mayor.
Así que si su amo se negaba a admitir su conexión con el jade, ella lo obligaría con mucho gusto.
'Entonces Hanguang-jun no te lo dijo' se burló, subiendo al tocador cercano a ella. 'Supongo que no pensó que serías tan estúpido, para pensar que su hermano dejaría a su familia bajo el mismo techo que un posible traidor y una informante que podía transformarse en un objetivo en cualquier momento.' Ignoró la mirada amenazante de WanYin 'El emperador envió a Mo XuanYu al norte una semana antes de lo planeado y Hanguang-jun solo fue al palacio de jade por unas horas para mantener las apariencias; ahora debe estar a una semana de llegar al norte del territorio en compañía de Lan Yuan y Wei Wuxian' No tuvo piedad cuando vio el movimiento nervioso de las manos de Jiang Cheng, al contrario, caminó por el borde del biombo para estar más cerca de su amo 'pero subestimaste la inteligencia del jade y creíste que es lo bastante ingenuo para hablar sobre la ubicación de su familia cuando vive en una corte llena de gente que puede traicionarlo en cualquier momento. Planeabas usarlo a pesar de ello, mantener toda la información para ti mismo y luego desaparecer en las sombras... igual que cierta persona lo hizo antes'
--- No soy como Jin GuangYao, no soy para nada como él.
La voz de Jiang Cheng bajó a un peligroso tono, ignorando deliberadamente la forma en que Sandu daba vueltas a su alrededor; lento y con sus garras rozando el suelo, su platinada mirada fija en él. Sabía que la espada quería forzarlo a decirle la verdad al emperador, pero aunque esa nada sutil comparativa hizo eco de sus propios pensamientos, se negó a ceder.
'Mentir a alguien por necesidad no lo hace menos deplorable que mentir por codicia'
Eso casi lo llevó a intentar estrangular al molesto zorro.
--- No sé si lo notaste, pero no tengo más opción que fingir. Matar a Hong BaiHe y acabar con todo, dices ¡Ja! te recuerdo que ella no es la única persona capaz de matarnos.
En realidad, no era una opción y nunca lo había sido. Yue Lan era tan peligroso como Hong BaiHe, tenía sus propios motivos para actuar y había demostrado poseer la misma inteligencia y retorcida lógica de su amante. Jiang Cheng dudaba poder predecir a Yue Lan como hacía con su enemiga.
'Con el jade a tu lado, eso no sería un problema'
La sonrisa de Jiang Cheng estaba llena de sarcasmo.
--- Ya que gustas de insultarme, deja hago lo mismo. Una espada debe ser corta de memoria o de inteligencia para olvidar que el emperador no recordará solo su pasado como el líder Lan. ¿Qué de su propia muerte? ¿qué crees que sucederá si recuerda cómo murió? Lan XiChen se entregó para salvar a su hermano, pero no fue sino hasta casi el final que supo que Hanguang-jun ya había sido asesinado --- se estremeció por dentro con aquella particular memoria. El grito de dolor del jade era algo que nunca quería volver a escuchar. Nunca. --- Se torturará a sí mismo pensando en cómo fue usado por una supuesta campesina para entrar al receso de las nubes. Conociéndolo, se encerrará en su palacio intentando explicarse en cómo le dio la bienvenida a su asesina, no una sino dos veces.
'¡Eso no lo sabes! '
Jiang Cheng bufó.
---Ese idiota es incapaz de odiar a alguien, seguro buscará encerrarlos en alguna maldita celda y dejar de lado el asunto. ¿O qué, esperas que vaya y voluntariamente engañe a sus asesinos como he estado haciendo yo? ¿Puedes verlo torturando o mintiendo a alguien? ¿Crees que buscará venganza?
Sandu se subió al hombro de Jiang Cheng, ignorando la tensión en este y su mirada agresiva.
'Te equivocas y lo sabes, Zewu-jun cambió. No solo te encaró, ha usado el dije para ponerte una correa alrededor del cuello.'
Sandu brincó lejos del alcance de su amo cuando este intentó atraparla, su rostro sonrojado por el enojo y su boca torcida con odio.
--- Cierra-la-boca.
'Mejor admite, que decirle la verdad es la mejor opción...' Sandu se quedó anormalmente quieta, su enfoque perdido cuando percibió una presencia familiar.
'Zidian'
El suave susurro sorprendió a Jiang Cheng.
¿Qué había dicho?
Curioso y sí, aun enojado, observó como el zorro levantaba el hocico y olfateaba un poco, su cabeza mirando a su alrededor antes de caminar en dirección a la puerta.
Pero no salió del cuarto como Jiang Cheng esperaba, en su lugar, camino al otro lado de la mesa, justo donde el emperador había estado. Las orejas de Sandu se levantaron con confusión cuando, tanto amo como espada, vislumbraron lo que antes las sombras y el cuerpo del jade, ocultaron con facilidad.
'Es Zidian'
Pero mientras el zorro olfateaba el destrozado anillo, el rostro de Jiang Cheng volvió a palidecer cuando reconoció la túnica que usó durante el invierno, aquella que traía el día que se presentó ante Hong BaiHe como el rey negro.
<< El sanador mencionó que su herida aún sangra>>
Con pasos lentos y que parecían pesar una tonelada, se acercó hasta tomar en sus manos la ensangrentada tela y el anillo. A juzgar por la forma en que la túnica estaba tan pulcramente doblada a un lado de la mesa y a Zidian cuidadosamente colocado encima, el emperador debió traer ambos objetos consigo.
<< ... no detendré sus acciones clandestinas...>>
Su mirada se ensombreció, la sorpresa de ver a Zidian superada por la comprensión.
No es de extrañar que Yun LanHuan hubiera llevado su propia espada o que apareciera esta noche en su habitación: ya sabía sobre sus salidas del palacio aun antes de preguntar, sospechaba de sus habilidades de combate y sospechaba de sus motivos. Si Jiang Cheng hubiera intentado engañarlo, estos objetos habrían sido prueba suficiente para delatarlo o mandarlo arrestar.
Pero no lo hizo.
No, en su lugar, dejó a Jiang Cheng irse con la promesa implícita de no intentar nada en su contra y de nunca volver a cruzar sus caminos.
Su boca se torció un poco de las comisuras.
Jiang Cheng miró de nueva cuenta la túnica y frunció el ceño mientras la pesada emoción que quedó en su interior, cuando Yun XiChen dio su ultimátum, ardía hasta herir.
Sandu tenía razón, debió decirle la verdad al emperador.
Afuera, la tormenta siguió toda la noche, su furia y destrucción dejando un sentimiento desolador al amanecer.
NOTAS:
*Tomado de la traducción de GrayHands de la novela original.
Solo aviso, los siguientes capítulos serán mucho más largos, pero no los voy a dividir, irán completos en una sola publicación.