Día 1

09.05.2020

"Floreciente, como una rosa de hermoso color, acaricia mi alma con un dulce ruego, al tiempo que las terribles espinas se enredan en mi corazón como el cálido abrazo de un amante. Te amo, te odio... te extraño"
A. B. Rémeny 


Mao Shi (5-7 a.m.)

Al amanecer, la tormenta había amainado hasta una suave y húmeda brisa, la luz de las lunas apenas perceptible mientras el sol comenzaba a salir por el horizonte en un cada vez más despejado cielo.

Dentro de una solitaria habitación del palacio Qingheng, siete sirvientes se mantenían de rodillas frente al joven que llamaban amo.

Jiang Cheng apenas miró el caos que era ahora su habitación, un desastre de piezas de porcelana, trozos de madera de algún mueble y fragmentos de espejos o cortinas. No sabía que había roto él y que rompió Sandu mientras discutían una y otra vez, pero para el caso, ni siquiera podía recordar en qué momento la indignada espada se había vuelto a ocultar.

No se sentía orgulloso de su arranque emocional, pero eran peores los sentimientos que lo habían impulsado, sentimientos que susurraban a un corazón que se negó a escuchar.

Culpa, remordimiento y enojo injustificado. Y algo más, algo que había nacido en el pasado y dolía más allá de lo que las palabras podían describir, un sentimiento que comenzó en aquella tarde lluviosa, cuando permitió a Zewu-jun...

No pienses en ello.

--- Joven amo. --- la suave voz de Xue Liang estaba llena de una profunda preocupación, una que los otros sirvientes compartían.

Pero la cansada mente de Jiang Cheng ni siquiera registró la voz de la sirviente.

<<El sonido de la lluvia... el aroma del licor...>>

Detente.

Xue Liang torció el gesto cuando no recibió respuesta, aunque al igual que los otros, se mantuvo con la cabeza baja.

Se presentaron ante la orden del joven amo hace varios minutos atrás pero no comprendieron el por qué lo llamó, hasta que vieron la túnica en sus manos y las líneas sombrías en su joven rostro.

Juraron sentir sus almas salir asustadas de sus cuerpos cuando entendieron lo que veían.

Se supone que el traje en sus manos debía haber sido desechado algunos días atrás. No solo las manchas de sangre eran imposibles de quitar en la blanca tela; el invierno había pasado y la mayoría de la nieve se había derretido, ya no sería útil para ocultar al amo en los bosques.

Pero de alguna forma, según les dijo el joven amo, una persona se había hecho con el traje y lo entregó a su majestad el emperador.

Habían estado aterrados hasta los huesos por el castigo que recibirían por su descuido, así que se habían arrodillado en un parpadeo y tratado de explicarse:

Debido al clima cambiante y a la constante vigilancia de Xue Ye y Bai Huanghou, ninguno quiso arriesgarse a sacar el traje del palacio y ser descubiertos, así que lo habían ocultado en la habitación de Xue Liang, debajo de las tablas de suelo y camuflado por la pesada cama de madera.

No debería haber sido encontrado a menos que se supiera de antemano donde estaba.

Después de dar sus explicaciones, temblaron, esperando los gritos o maldiciones del joven amo.

Pero nunca llegaron.

El joven amo Shao Jiang solo se quedó ahí de pie y en silencio.

Xue Liang casi prefería que el joven amo les gritara.

Lucía tan... derrotado. Su postura se mantenía erguida, su ropa y cabello estaban en perfecto orden, su rostro limpio y su expresión era tan fría como siempre, con aquel leve rictus tenso en los labios.

Pero sus ojos estaban vacíos, su voz era monótona.

Los sirvientes no pudieron evitar sentir que sus propios latidos vacilaban ante tal imagen, brincando un poco cuando por fin el joven amo habló.

--- El emperador nos ha dado tres días para irnos.

Un segundo de silencio sorprendido antes de que las bajas exclamaciones llenaran la madrugada.

--- ¿Qué? ¿Tres días?

--- Es muy poco tiempo

--- Solo unos días...

--- ¡Tres, qué haremos en tres días!

--- ¡Es muy injusto!

Xue Liang no dijo nada, con el rostro ceniciento solo miró al amo Shao.

--- Joven amo --- su voz silenció al resto mientras el amo la miraba. Se aclaró la garganta con un gesto inseguro antes de continuar --- joven amo, ¿qué fue lo que ocurrió?

Una negra ceja se arqueó.

--- Creí que había sido muy claro.

--- Sí, lo fue, joven amo. El emperador nos descubrió, pero...pero eso parece una orden demasiado inflexible.

--- El emperador sabe que mentí... ---...comienzo a odiar esa palabra --- sabe que el ataque fue solo un montaje y ahora que Xiatian WenNing está siendo culpado, el emperador quiere esto resuelto.

Ahora, esa información era nueva para los sirvientes, después de todo solo Shaiming, Zhao Wu, Luo Shen y Jiang Cheng eran conscientes de lo que ocurría. No había habido tiempo de decirle al resto, algo que Jiang Cheng parecía haber olvidado.

Los sirvientes se miraron entre sí con confusión y desconcierto. Conforme la comprensión llegaba, la indignación creció. El joven amo WenNing en sus visitas a la finca, había tenido al menos un gesto amable hacia todos ellos en algún punto u otro, aun antes de que fueran tomados bajo la protección del amo Shao Jiang; así que saber que ahora era uno de los objetivos de Hong BaiHe los ofendía como si hubieran sido atacados directamente.

--- Atacar al amo WenNing es muy bajo.

--- Ese niño es demasiado amable.

--- ¿Cómo pueden siquiera sospechar?

--- Le dije que se cuidara, ese muchacho.

--- Humph, yo mismo les golpearé por atacar al amo WenNing.

--- Ya les enseñará el amo Shao a no meterse con un inocente.

Mientras los bajos susurros continuaban, Xue Liang solo se precupó más y más. Era muy obvio el antagonismo que sentía el joven amo hacia el joven WenNing, pero a pesar de que sus sirvientes lo estaban defendiendo frente a él, este solo miraba al exterior.

O no le importaba o ni siquiera los estaba escuchando.

La respuesta llegó cuando el joven amo retomó la palabra con aquel tono particular.

--- Envié a Zhao Wu, Shaiming y Luo Shen a varios asuntos. Así que Xue Liang queda a cargo del exterior y el resto de ustedes...

El joven amo siguió dando instrucciones hasta que el cielo era de un delicado azul, pero Xue Liang solo pudo sentirse ansiosa. No importó cuanto lo pensó, en su mente no podía concebir que un hombre de corazón noble como era el emperador, pudiera ser tan cruel con el joven amo.

Entonces, mientras escuchaba como los otros preguntaban los detalles de sus respectivas asignaciones, llegó a ella una posible respuesta.

--- ¿Joven amo, es que acaso el emperador no sabe que lo estamos protegiendo?

Jiang Cheng se quedó en silencio al igual que los demás, las sombras en sus ojos azules más profundas con la luz ambarina de la mañana. No, Yun LanHuan no sabía de ninguna de las veces que ordenó protegerlo y que pese a la situación, aún estaba dejando a cuatro de sus seis* sirvientes en el palacio interior para mantenerlo lejos de Hong BaiHe.

--- No lo sabe ni lo sabrá. --- su voz era como el toque helado de una cuchilla, la advertencia era clara. Arrojó la túnica al suelo, cerca de los arrodillados sirvientes. --- Desháganse de esto y no me importa si deben quemarlo, que nadie lo encuentre de nuevo.

--- Sí, joven amo.

Respondieron al unísono.

Xue Liang se levantó, pero no pudo evitar que sus ojos brillaran con tristeza. Algo le decía, que los problemas apenas comenzaban para el amo.

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En algún momento, mientras veía con terrible dolor como perdía lo más amado en su vida, alguien de gran sabiduría pensó que el amor era la fuerza más destructiva y poderosa que jamás existió en este mundo. Es capaz de romper tu alma hasta el punto de una mortal agonía, pero al mismo tiempo, obliga a los latidos de tu corazón a continuar con una constancia desquiciante; te transforma en un ser que respira en un limbo entre un mundo oscuro y sin fin y un mundo tan brillante como maravilloso.

Y ahora, era el momento de que aquel terco cultivador, aquel orgulloso líder y en estos días, aquel despiadado rey negro, conociera la verdadera maravilla de aquella terrible fuerza.

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Palacio de la familia Sima, inicio del ChenShi (7-9 a.m.)

--- ¿Y bien?

Lady Sima, sobrina del ministro de ritos del honorable imperio Yun. Hermosa desde su nacimiento, fue bendecida por el cielo con una delicada voz y un cuerpo femenino y deseable. Su estatus alto entre la nobleza y sus conexiones con otros nobles le hacían un gran partido.

Pero había sido rechazada.

Y si algo debe quedar en claro, es que no importa la época o el nivel social, una persona tan pagada de sí misma jamás aceptaría un rechazo con buena cara.

--- Esta hecho, joven ama ¿Quiere que aliste todo?

Al comienzo mandó a su sirviente a obtener información que le ayudara a conseguir la atención del erudito, pero cuando esta regresó con aquella horrenda prenda y la descripción de cómo la había encontrado y a quién pertenecía...

Lady Sima sonrió con astucia felina. Sabía del aprecio y buena opinión que tenía la corte y el emperador del erudito Shao, y no pensó en darle importancia.

¿Pero por qué resignarse a humillar al erudito por rechazarla cuando podía además alejarlo del favor de su majestad?

Los rumores que había esparcido entre los sirvientes de palacio ya debían haber llegado a oídos del emperador, junto con aquellas horrorosas prendas.

Ahora el erudito no solo tendría que pagar por subestimarla, sino que le daban la excusa perfecta para aliviar los sentimientos heridos de su majestad y ganarse su aprecio.

--- Demos un poco de tiempo a que todo se tranquilice. --- Después de todo, llegar al amanecer con información conveniente podía ser sospechoso --- iremos en la tarde.

--- Seguro, joven ama.

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Final del ChenShi (8-9 a.m.)

--- Su majestad.

Yun LanHuan parpadeó cuando el ministro de ritos le habló. Inclinado como el resto, intercambiaban miradas inquietas y gestos nerviosos, lo que indicó a Yun LanHuan que se había distraído a la mitad de la reunión... de nuevo.

--- Lo lamento, por favor, repita los planes para la última parte del festival.

--- Por supuesto, su majestad. Verá, al final de la procesión...

El festival de invierno.

Yun LanHuan suspiró mientras la voz del ministro enlistaba la misma rutina que seguían cada año y que debía escuchar solo para dar una aprobación innecesaria. No eran los planes del palacio los que daban vida al festival, eran los espectáculos y arreglos que organizaban los pobladores, distintos en cada ocasión, lo que deleitaba a los visitantes de otras ciudades. La aprobación que daba no tenía ningún otro uso que mostrar diplomacia ante otras cortes y aprobación a las costumbres locales.

Suspiró de nuevo mientras su mano sostenía el dije de madera, lo ocurrido la noche anterior aun repitiéndose en su cabeza sin cesar.

<<Tiene tres días para irse>>

Su mirada bajó de nuevo.

Pese a todo lo ocurrido, no odiaba al erudito, pero así como aquella fuerza inexplicable lo llevó a invitar a Shao JiangCheng al festival, ahora lo instaba a mantener al erudito lejos, tanto como fuera posible. Habló por un impulso que no tenía sentido pero que tampoco desaparecía.

Distraído, observó una inquieta mariposa volar frente a la ventana más próxima, sus pensamientos rondando en lo que se sentía como una vida entera de dudas.

¿Odiaba al erudito?, se preguntó, ¿o solo estaba resentido por la mentira? ¿se considera mentira si es de otra corte? ¿no sería más correcto decir que era Yun LanHuan el que estaba cayendo en la arrogancia de pensar que Shao Jiang le debía una explicación?

Ya no se entendía a sí mismo.

--- ¿Su majestad? ¿Esta de acuerdo con los lazos rojos?, eso podría tomarse como señal de un futuro matrimonio.

--- Sí, estamos bien con eso --- murmuró.

Los ministros se observaron con esperanza, preguntándose si el emperador por fin había elegido a alguien, no dieron cuenta de que la voz de Yun LanHuan era ausente mientras su mirada se mantenía en la ventana. El pobre hombre ni siquiera era consciente de a qué había dado su aprobación, y no lo sabría hasta el día siguiente. Por ahora, solo pensaba en lo contradictorio de su propio comportamiento.

En circunstancias normales, habría sometido a juicio al erudito o llamado a su estudio a la mañana siguiente con las pruebas, esperando una explicación.

Pero en su lugar, en cuanto terminó sus deberes del día, tomó las pruebas que le llevaron sus sirvientes y esperó.

Esperó y esperó.

Cada minuto en que la habitación permanecía vacía sintiéndose como un duro golpe, ¿pero a qué?, ¿a su orgullo? ¿Le ofendía tanto que el erudito lograra engañarlo porque hería su orgullo como emperador?

¿Qué era lo que en verdad lo llevó a actuar de esa manera? ¿por qué confrontó al erudito en privado? ¿por qué lo dejaban irse con solo una promesa verbal cuando el erudito había demostrado que eso no era atadura suficiente?

Quizá debí dormir anoche, pensó con cansancio mientras una nueva ronda de preguntas llenaba su cabeza hasta hacerla doler.

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Mitad del SiShi (10 a.m.)

JiangCheng trató de tomar un profundo respiro, pero sus pulmones no cooperaban, sus piernas se sentían pesadas, sus manos temblaban un poco. Una parte de él quería evitar esto, continuar fingiendo ser un erudito y terminar con sus planes originales.

Pero eso era algo imposible ahora.

<< '¡Va a odiarte!'

Gruño Sandu, aun más enojada que antes. Estaba por tirar algún trozo de espejo o algo a su amo, pero el cambio en su expresión la detuvo.

Entonces lo comprendió.

Ladeando la cabeza con curiosidad, se sentó mirando con mucha atención la tensión en el rostro del otro.

'¿De verdad eso buscas? WanYin, ¿por qué lo haces? ¿Por qué quieres tanto que él te aleje?'

El gesto de Jiang Cheng se ensombreció mientras se recargaba en la pared detrás suyo, el desastre en la habitación no era tan malo como lo que golpeaba en su pecho.

El pasado, aquella vida que había tratado de encerrar hasta que todo terminara, había salido con fuerza hiriente, obligándolo a enfrentar la fealdad de su propio ser y de las decisiones que había tomado.

- Lo odié - respondió con voz triste, el agotamiento emocional llegando a su límite. Ya no tenía la energía para seguir fingiendo indiferencia, no después de lo que ya parecía una noche interminable. - Cuando supe que Wei Wuxian había dado la espalda a la secta por ayudar a unos completos desconocidos, lo odié. ¿Por qué ayudaba a otros? ¿qué merito tenían unos desconocidos por encima de mí? Crecimos juntos, lo consideré un hermano, pero eso no pareció importarle. - ausente, jugó con un fragmento de madera en su mano, preguntándose brevemente de qué mueble sería, ¿quizá un pedazo de puerta del ropero o del marco destrozado del espejo? - Por años me debatí entre odiarlo por darme la espalda, la culpa de no poder evitar todo ese desastre y el temor a ser el causante de su decisión ¿y si había algo mal en mí? Todos siempre deciden que hay algo o alguien más importante, algo que vale más la pena proteger ¿y si era mi culpa?

'WanYin.'

-Pero después, cuando supe la verdad detrás del núcleo dorado y de la participación de los hermanos Wen en ello... - JiangCheng arrojó el pedazo de madera con fuerza, sus ojos brillantes con emociones a punto de desbordar, evidentes y dolorosas - si Wei Wuxian me hubiera dicho la verdad, si solo hubiera creído un poco más en que escucharía -una solitaria lágrima bajó por su barbilla, pero no hubo más. Solo esa gota señalaría la complejidad de lo que había en su corazón - Me hizo confundir su frustración de no tener cultivo con negligencia y pereza, me hizo pensar que estaba siendo arrogante con los otros líderes mientras en realidad estaba intentando proteger la verdad detrás de su cultivo demoníaco... ¡me hizo parecer un bastardo egoísta cuando pude haberlo ayudado!

'No es así, WanYin...'

- ¡No! -Jiang Cheng encaró a Sandu con la angustia torciendo sus labios - Tenías razón, tú y el resto. Mis padres, Wei Wuxian, Hong BaiHe. Tenían razón, no vale la pena intentar obtener una felicidad que no merezco, no después de... - su voz tembló, pero se contuvo como había estado haciendo por años - Estoy mejor solo. Hanguang-jun mantendrá lejos a Wei Wuxian, Nie Huaisang ni siquiera está en la mira de BaiHe y Zewu-jun ya ha decidido no involucrarse, si esta ocupado odiándome, mantendrá su maldita atención lejos de mis asuntos. >>

Sandu había dicho otras cosas, pero JiangCheng ya no podía recordarlo, su decisión estaba tomada.

Apretó su puño cuando sintió sus manos temblar con más fuerza.

Esto era estúpido, estaba fuera del estudio de Yun LanHuan porque era la mejor opción, no tenía sentido estar tan ansioso, dudar.

Pero a pesar de su reprimenda mental, aún le había sido imposible consumir un solo bocado de su desayuno y había acomodado innecesariamente su ropa quince veces o más. La negativa a saberse odiado por el jade, como un pulso constante que hacía su cabeza doler.

---Su majestad lo recibirá ahora, erudito Shao.

Vaciló un poco cuando el mayordomo* le abrió la puerta. De verdad no quería hacer esto, jamás en sus poco más de cuarenta años de vida, tuvo que hacer algo así y nunca pensó que sería ante el jade, nada menos.

En el pasado, juzgó a Wei Wuxian por lo que despóticamente llamó un intento de congraciarse con el mundo, pero ahora aquí estaba, a punto de romper su propia promesa y mentirle de nuevo al jade, todo para intentar protegerlo.

Al igual que Wei Wuxian me intentó protegerlo de su orgullo y necedad...

Odio esto.

Tomó un profundo respiro para alejar toda la culpa que retumbaban en sus venas, antes de entrar a la iluminada estancia.

Con paredes llenas de libros y enormes ventanales entre estante y estante, el lugar olía a pasto recién cortado y a la refrescante brisa que dejó la lluvia nocturna. Era curioso, pero si bien los muebles y los pesados libros no se parecían en nada a las mesas bajas y pergaminos del receso de las nubes, ver al jade sentado detrás del escritorio, sosteniendo con gracia una larga pluma de escritura, todavía parecía natural.

Tanto, que sin notarlo se quedó a algunos pasos de distancia, bebiendo de la imagen del jade, una parte insinuante en su mente preguntándose si esta sería quizá la última vez que tendría esta vista, la última vez que vería al jade.

El largo cabello castaño reflejando la luz del exterior, la túnica blanca y plata más ostentosa de lo que había sido su ropa como cultivador, pero aun lo bastante evocadora para hacer que ese sentimiento volviera a punzar, sus largos dedos sosteniendo y moviendo la pluma con suavidad a través del pergamino.

La resolución de Jiang Cheng flaqueó.

¿Sería mejor no decir nada? Podría solo inventar algo distinto, evitar que el jade...

Pero cuando aquel ojo gris reflejó la luz del día al mirarlo, contrastando con el cálido caoba del otro ojo, los recuerdos que buscaba con tanto empeño mantener impersonales, resonaron con toda su fuerza.

<< La risa de Huanghou resonó al fondo de la caverna antes de que bajos murmullos llenaran el oscuro lugar, el ruido despertando a Jiang Cheng de su sueño febril.

Había perdido la consciencia cuando fracturaron una de sus piernas, ahora las bajas voces lo habían sacado del vació y regresado al infierno en el que fue atrapado junto al líder Lan.

Jadeante, miró la pared vacía de los baúles que lo atormentaron. Se habían llevado los cadáveres cuando el olor fue insoportable.

Se preguntaba cuanto más tendría que soportar, cuando un grito lleno de la más absoluta agonía hizo a un herido Jiang Cheng recuperar por completo la lucidez.

- Mi hermano... WangJi... ¡¿Por qué WangJi?!>>

Jiang Cheng apretó la mandíbula mientras su resolución volvía con una fuerza terrible, ahogando cualquier vacilación bajo el eco de aquel grito y los varios que le siguieron.

El jade podía no ver el peligro que se avecinaba, pero Jiang Cheng lo hacía. No volvería a permitir que el jade gritara de esa forma y si para eso debía humillarse y renunciar a cualquier principio que tuviera, lo haría.

Caminó los pocos pasos que le faltaban.

Solo lo necesario, se repitió como una obsesiva letanía, le diría solo lo necesario. Ya estaba corriendo un gran riesgo al involucrar a Hanguang-jun, no cometería el mismo error del pasado de también involucrar a Zewu-jun.

Seré solo yo esta vez, si alguien muere, seré solo yo.

Yun LanHuan estaba sorprendido.

Cuando su mayordomo mencionó que tenía un visitante, creyó que sería la joven Hong BaiHe buscando despedirse, después de todo, esta misma mañana le había dado el último fragmento de información, su papel en todo el conflicto del norte había terminado.

Pero en su lugar, era el erudito quien ahora se mantenía en una rígida postura enfrente suyo.

--- Erudito Shao Jiang.

Bajando la pluma mientras el conflicto en su interior volvía, esperó.

--- Su majestad.

El erudito bajó la vista a pesar de que, aun si cruzaban miradas, no había nadie que le castigara por mirarlo, su postura era erguida, su cabeza baja en sumisión y su voz modulada con total servilismo.

No es él. Así no es él.

Yun LanHuan dejó que el rápido pensamiento se desvaneciera mientras intentaba comprender qué estaba ocurriendo, ¿por qué el erudito de nuevo mostraba aquella faceta cuando ambos sabían que era solo un engaño?

Con un mal presentimiento, le dio el permiso de hablar.

Pero lo que ocurrió lo tomó tan desprevenido que solo pudo observar con los ojos abiertos y conmocionados.

Como si el tiempo corriera lentamente, vio como el erudito chasqueaba un poco con los dientes antes de, con un gesto brusco, apartar los pliegues de su túnica lo suficiente para poder arrodillarse frente a él.

Sin poder comprender porque esto le provocaba un sentimiento de rechazo tan intenso, LanHuan se levantó precipitadamente de su asiento, el tintero volcándose y arruinando el pergamino y sus ropas.

--- Alto, espere --- habló extendiendo el brazo, queriendo detenerlo. Sí, era normal que los subordinados se arrodillaran ante él, pero no el erudito. El erudito no debería hacer tal cosa --- No necesita hacer eso.

El erudito negó con la cabeza en un gesto brusco, su expresión oculta detrás de su cabello. Entonces, con las manos al frente, se inclinó hasta tocar el suelo de mármol con su frente y sus palmas.

--- Este erudito reconoce su error.

La voz del joven Shao Jiang hizo tragar saliva a Yun LanHuan.

¿Qué estaba ocurriendo?

Aunque se irguió lo suficiente para que su voz fuera clara, Jiang Cheng fue cuidadoso de ocultar la humillación que retorcía su estómago como si ácido corriera en sus entrañas. De nuevo, no pensó que haría tal acto deshonroso y menos aún que sería ante Yun LanHuan.

Aléjalo, que te odie si es necesario.

Tenía que conseguir dos cosas, la ayuda del emperador y al mismo tiempo, su indiferencia y para eso había una única manera.

Desde que Yun LanHuan le había invitado al festival de invierno frente a varios nobles, Jiang Cheng había notado algo inquietante; pero no fue hasta el enfrentamiento de la noche anterior que lo confirmó. Probablemente fue debido a la costumbre de años que no se dio cuenta, pero cuando hubo aclarado un poco su cabeza, comprendió que el emperador no lo trató como a un subordinado, el jade ni siquiera habló en tercera persona o en plural como hizo antes.

No, lo confrontó como un líder de secta confrontaría a otro. Sus ojos habían visto a la cuchilla del clan Lan y no al joven emperador del imperio Yun.

Jiang Cheng ya no pudo negar lo evidente: al igual que Wei Wuxian, el jade estaba recuperando la memoria. De otra forma, jamás habría ido en contra de las reglas de formalidad solo para hablar con alguien que apenas conocía o entrado a su habitación en medio de la noche, por muy válidas que fueran sus sospechas.

No lo permitiré.

Si Hanguang-jun estaba en lo correcto y la memoria de Wei Wuxian era estimulada por personas y cosas relacionadas a sus vidas anteriores, entonces Jiang Cheng bien podía ser el detonante del jade, una conclusión lógica desde que Yun LanHuan había estado en constante contacto con su hermano y Wei Wuxian pero su comportamiento solo había comenzado a ser errático desde la llegada de Jiang Cheng. La posibilidad causó un tipo distinto de molestia en su interior, pero no podía restarle mérito, después de todo, habían pasado bastante tiempo juntos y muerto al mismo tiempo.

No lo permitiré.

Así que aunque le costó cada gramo de voluntad mantener su voz estable en lugar de maldecir como deseaba hacer, siguió adelante. Regresar a aquel comportamiento dócil tan contrario a su forma de ser podía contener el estímulo a la memoria del jade.

Era un riesgo pero era uno que tomaría si podía evitar que el jade se involucrara.

--- Este erudito admite su culpa y espera poder cambiar la opinión del emperador. --- Jiang Cheng tomó aire y se preparó. No podía arruinar esto --- Hong BaiHe.

Yun LanHuan bajó el brazo cuando escuchó.

--- ¿Qué?

--- Le dije que alguien había querido destruir su alianza con su majestad Song Lan. Fue Hong BaiHe, pero --- dijo antes de que Yun LanHuan pudiera decir algo. Si dejaba que esa inteligencia comenzara a unir piezas, esto se iría al infierno antes de tener una oportunidad --- como también dijo este erudito, no poseo pruebas de mis palabras. Ni una sola que este noble pueda usar.

Yun LanHuan pensó en ello, pero la noble Hong había estado de camino al palacio el día del ataque, acompañada desde una semana antes por Mo XuanYu. Era imposible que ella hiciera algo así, a menos que...

--- Tiene cómplices. --- agregó el erudito.

Justo lo que Yun LanHuan había pensado.

¿Casualidad?

--- No es solo ella, este erudito le puede asegurar que hay muchas personas involucradas.

Jiang Cheng se preparó para lo siguiente. Había decidido, cuando supo del arresto de WenNing, que usaría el poder del emperador para detener los planes de Hong BaiHe. Usarlo con tanta premeditación, como si se tratara de un objeto y no de una persona, había hecho que la amargura subiera por su garganta.

El sentimiento era mayor ahora, llenando su boca hasta hacerlo sentir nauseas. Usaría la desconfianza del jade para obligarlo a hacer lo que Jiang Cheng quería.

No soy mejor que Jin GuangYao o Nie Huaisang

--- No hay más culpable del ataque a mi persona que yo mismo, así que es imposible para este erudito solucionar esto sin entregarme. --- sus puños se apretaron con tanta fuerza que sus palmas punzaron.

<<- No me mienta, no a mí

- ¿Por qué lo haría?>>

Como líder, había sido tan arrogante al pensar que estaba por encima de esas artimañas... pero dejaría las lamentaciones para después, Jiang Cheng sabía que, debido al pasado del jade, cualquier atisbo de engaño sería notado, estaba contando con ello en realidad.

--- Sé de una de las personas que la está ayudando, tengo pruebas en su contra pero si lo expongo, pondré en alerta a los demás involucrados. Su majestad, este erudito busca evitar que eso ocurra, pero no tengo el poder para conseguirlo.

Con un suspiro, Yun LanHuan soltó en borde del escritorio que no era consciente de estar aferrando con tanta fuerza.

Comprendía con una decepcionante aceptación, que el erudito no solo no se iba a detener, sino que la única razón por la que le estaba contando esto era porque como emperador podía darle lo que nadie más.

Sin embargo, en lugar de seguir su primer impulso de negarse, se detuvo por un segundo a pensar en ello. Algo no estaba bien con la actitud del erudito, pese a sus palabras, Yun LanHuan podía notar la palidez en su rostro, el leve brillo de sudor en su piel.

Ni siquiera la noche anterior se le había visto tan agitado.

Con varias posibilidades rondando en su cabeza, siguió con la conversación.

¿Qué planeaba con esto?

--- Tendrá que ser más claro.

--- Su majestad puede mantener a esa persona en la cercanía. Mantenerlo lejos de su influencia en otras zonas del territorio y de las órdenes de Hong BaiHe.

Yun LanHuan miró al erudito.

--- Así que el erudito quiere vigile a esta persona y ya que debo avisar a su majestad SongLan si aparece algún sospechoso, también debo retrasar mi mensaje, ¿comprendo entonces que el erudito me esta pidiendo mentir al emperador Song Lan?

Jiang Cheng asintió con alivio cuando escuchó la reticencia en la voz del emperador.

--- Sí.

Jiang Cheng había erróneamente confundido las acciones del otro con ofensa en lugar de la naciente sospecha que crecía en el pecho de Yun LanHuan. Un error que comprendería muy tarde.

--- Bien. --- aceptó Yun LanHuan --- ¿podría darnos el nombre de la persona?

Jiang Cheng se tensó, ahora es cuando debía poner fin a esto.

Perdóname.

--- No.

Yun LanHuan suspiró con resignación. De alguna forma, esperaba esa respuesta. Parece que lo que sea que el erudito se tenía entre manos, tendría que averiguarlo por su cuenta.

--- ¿Y cómo planea que le ayudemos si no conocemos su identidad?

--- Le diré de quién se trata después de irme del imperio Yun.

--- La persona acusada de envenenarlo tiene impedido salir de su hogar y su familia fue dejada fuera de la corte. No creo que tenga tiempo suficiente para esperar por el erudito Shao.

La insinuación era evidente, Yun LanHuan quería que ayudara a liberar a WenNing y su familia.

--- Este erudito entiende --- JiangCheng tragó saliva con esfuerzo, Lan XiChen jamás aceptaría a alguien que no buscara ayudar a un inocente. Emperador o no, era algo que al parecer no había cambiado. Así que se aseguró de poner tanta indiferencia en su tono como fuera posible. --- Estas personas podrían intentar algo en contra del erudito Xiatian Wen, su majestad, así que este erudito piensa que lo mejor sería enviar guardias para protegerlo.

Con esto Jiang Cheng dejaba en claro que usaría el arresto de Wen Ning para ganar tiempo. Estaba usando una vida para salvar su propia libertad.

Una larga pausa antes de que la voz de Yun LanHuan resonara cortante.

--- Lo tomaremos en cuenta.

Sin más, el emperador salió de la habitación.

Lo tomaremos en cuenta, no una pregunta o un intento de negociación, solo una respuesta seca y vaga que el emperador usó para rechazar cualquier sugerencia que saliera de sus labios.

Jiang Cheng se levantó del duro suelo.

Obtuvo lo que había venido a buscar, pero no había ningún tipo de satisfacción.

Maldita BaiHe, esto es todo tu culpa, pensó hundiendo lo hombros con derrota.

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Sí, era su culpa, por desgracia, la joven de apenas 17 años era completamente inconsciente de lo que había provocado en su oponente mientras, con una suave y alegre voz, murmuraba una canción sin sentido.

Había terminado su tarea en este lugar y ahora, era tiempo de salir de aquí y continuar con sus planes.

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Final del ShenShi (3-5- p. m.)

--- Su majestad de verdad es increíble, ya lo he dicho yo a mi mujer.

Yun LanHuan aceptó las palabras con un gesto cortes mientras el supervisor de la provincia Nan, Xen Zhu, seguía hablando sobre todos los méritos que creía que poseía como emperador. De verdad estaba intentando prestar atención, pero era una ardua tarea mientras su mente seguía insistiendo en su anterior "plática" con el erudito Shao.

Su mirada se movió de nuevo a ese último, pero todo lo que podía ver era el largo cabello oscuro cayendo en cascada, el profundo color negro y gris de las túnicas y el brillo de las peinetas de plata y bronce.

Con un imperceptible suspiro, contestó al funcionario de manera mecánica.

Nunca se había sentido más reticente a cumplir con sus deberes como emperador como ahora. El hecho de estar en una habitación llena de gente deseosa de obtener su atención lo estaba haciendo sentir sofocado, todo lo que deseaba era salir de aquí y encontrar un lugar tranquilo donde pudiera poner sus pensamientos en orden.

Pero era algo imposible en este momento.

Cada semana mientras el emperador estuviera en el palacio principal, el salón de largas cortinas azules y múltiples puertas que daban a un pequeño bosque privado*, era abierto a las familias nobles del imperio, no importa si se trataba de los hijos de un canciller o el dirigente de una diminuta provincia, si entraba en el rango de las familias nobles* era recibido. El único requisito es que debían asistir un máximo de dos personas por familia y jamás, nadie menor a una edad casamentera.

Sin embargo, debido a la lejanía de capital de otras zonas más concurridas en el imperio, el número de invitados no solía rebasar a las 1000 personas, incluyendo algunos osados que viajaban presurosos desde provincias aledañas, cuando sabían que el emperador estaba en el lugar.

--- Es una magnifica reunión después de tan frío invierno. Esta noble se siente agradecida con su majestad por tan bello arreglo.

Ataviada con un elaborado vestido aguamarina, con bordados numerosos y delicados, Lady Sima rayaba entre la elegancia y un lujo recargado que de tener un abalorio más, rompería por completo las reglas del buen gusto. Por suerte para ella, su rostro delicado y sus maneras femeninas lo equilibraban perfectamente, disminuyendo la pretensión de su ropa.

Yun LanHuan hizo un gesto de reconocimiento, esforzándose por responder con honestidad. Sus invitados no tenían idea de lo que cavilaba con tanta insistencia en sus pensamientos, no sería justo para ellos ser ignorados.

--- Le agradecemos sus palabras, noble Sima. Nos preocupaba que la lluvia de la noche anterior enfriara demasiado el ambiente y nos obligara a mantener las puertas cerradas.

--- Oh, no es necesario su majestad, la frescura del aire es apenas la suficiente para alejar el calor de tantas personas reunidas. Al contrario, esta noble piensa que ha sido un gran acierto de su majestad continuar con la reunión.

--- Lo mismo he dicho yo con anterioridad. --- agregó un jovial Xen Zhu, aun del brazo de su esposa.--- Esta reunión es magnífica y su majestad, permítame que lo repita, la buena sangre de sus invitados* solo hace de esto un mayor placer.

Lhao Qiang levantó una ceja mostrando su desacuerdo.

---Por favor, supervisor, no necesita ser tan amable. Si bien estoy de acuerdo con sus palabras en que los asistentes son en su mayoría de buena cuna, me temo que debo hacer evidente la excesiva buena voluntad de su majestad, al permitir la presencia de gente, ¿cómo expresarlo? Claro, claro, gente que no duda en recibir a manos llenas pero que no tiene la misma cortesía.

Eso alejó la atención de Yun LanHuan lejos del erudito, quien ahora entablaba conversación con el emisario Gao. Aunque aun tensó un poco el gesto cuando el erudito aceptó la copa que el otro le extendía.

Tratando de no pensar en ello, miró con confusión al emisario Lhao Qiang, encargado del palacio BeiBien y de la provincia Su, donde la residencia de dos pisos del emisario se levantaba con gran orgullo.

Siu Yin, esposa de Xen Zhu, quien ante la magnífica presencia del emperador mantenía un persistente tinte rosado en sus mejillas, tomó la palabra. Era la primera vez que acompañaba a su esposo, pero nadie le advirtió del aura varonil y apuesta del emperador actual. Tal vez debido a esto o a su bien conocida reputación de habladora, dejó que su mala tendencia a creer todo lo que escuchaba guiara sus palabras.

---Entiendo lo que el emisario Qiang dice. Su majestad, usted es un hijo digno del cielo y no comprende la falsedad con que algunos pueden acercarse, pero esta humilde súbdita suya aun desea reconocerle su gran dignidad al tratar con tanta educación a cierto erudito de corte ajena.

---Bien dicho, querida --- elogió el supervisor Xen --- su majestad, su benevolencia esta por encima de nosotros sus súbditos. Mire que compartir techo y pan con alguien tan detestable.

¿Detestable?

Con un pequeño gesto, Lady Sima atrajo la atención del reducido grupo, ocultando la satisfacción que le daban las palabras de los otros. Parece que el esfuerzo que puso en destruir la imagen del erudito daba su fruto.

--- Perdone, noble Yin, pero esta dama no viene con frecuencia a la corte; usted sabe, aun soy una joven ignorante del complejo mundo de la aristocracia. --- deliberadamente fingió ignorancia, haciendo eco de la creciente confusión del emperador --- ¿Se refiere usted al erudito Shao? porque si es así, déjeme decirle que yo le he tratado en el pasado y no me ha parecido que sea algo más que un noble cortés y amable en demasía.

Los otros parecieron escandalizados por sus palabras.

Pero así era la sangre azul en este lugar, demasiado absortos en su propio poderío y en cualquier cosa que quitara el aburrimiento de una vida demasiado privilegiada, aun si eso implicaba dañar de forma terrible la reputación de otra persona.

---Ay, querida, no te sientas mal, yo misma fui igual en el pasado, aceptando las palabras sin entender las verdaderas intenciones que ocultaban --- alegó Siu Yin, feliz de dar rienda suelta a los rumores y sin notar, ni ella ni ninguno de los otros, la creciente tensión y desagrado que crecía en el corazón de Yun LanHuan. Poco importaba que él conociera la verdad detrás de la ropa del erudito, los rumores señalaban que la corte había decidido hacer del erudito su nuevo objetivo. --- No sé si sea de su conocimiento, pero se sabe que el erudito es el menor de tres hermanos. El mayor es de hecho el que ahora ostenta el título de la familia.

Lady Sima asintió muy atenta.

--- Pues verá, según tradición familiar, el segundo hijo debería ostentar un título y servir a la corte.

--- Pero es el erudito Shao Jiang quien lo ejerce.

--- Exacto, exacto --- enfatizó el emisario Qiang --- lo que pocos saben es que el segundo hermano falleció pocas semanas antes de cumplir la mayoría de edad, una terrible coincidencia se pensó.

---Perdonen, no entiendo.

---Verá noble Sima --- instruyó el supervisor Xen --- si el hermano hubiera heredado su título como servidor de la corte, aun después de su fallecimiento, este quedaría en él.

--- Pero como murió antes de ello, el tercer hermano pudo quedarse con el nombramiento. Ahora, no es que una quiera decir nada, después de todo el imperio Song queda lejos de nuestro lugar de residencia, pero se dice que la noche antes de tan terrible suceso, los dos hermanos menores tuvieron una seria discusión. Incluso hubo quienes aseguraron que a la mañana siguiente, la ropa del hermano más joven estaba en un estado... perturbador.

--- ¡Eso es horrible!

--- Lo es, pero como sucede en muchos lugares, la mencionada túnica nunca fue encontrada y como es de esperarse, el sirviente fue echado de la finca de la familia Shao.

Lady Sima ocultó su satisfacción detrás de su mano mientras fingía escándalo. Las líneas sombrías en el rostro del emperador eran poco obvias, pero su silencio sepulcral fue signo más que suficiente para satisfacer a la frívola dama. Como pensó antes, sobornar a los sirvientes del emperador para que le entregaran a este su hallazgo había sido la mejor idea; a ojos del emperador, ella era una simple dama "dulce y pura" que había confiado en la persona equivocada, al tiempo que los rumores destruían la reputación del erudito.

Después de todo, era de conocimiento público que el emperador había pedido al erudito acompañarlo al festival de invierno y esa era una cercanía que Lady Sima no iba a permitir.

Se vengaría del erudito por su desaire al dar preferencia a la compañía de la dama Hong y conseguiría la atención del emperador al mismo tiempo.

Era el plan perfecto.

Del otro lado de la habitación, otra persona se erguía con igual satisfacción.

Xue Ye le entregó una copa de exquisito licor al erudito, tomando nota de cada precioso detalle de su amando. Su erudito parecía un poco más tenso de lo usual y las sombras bajo sus ojos eran más oscuras, pero eso no demeritaba en nada su belleza; al menos en su opinión.

Al comienzo, Xue Ye se había sentido tenso y ofendido con los cortesanos, quienes sin mayor preocupación, hablaban sin parar del "tercer hermano de la familia Shao y su papel en la muerte del segundo hermano". Había querido arremeter contra todos sin mayor miramiento, pero Bai Huanghou lo detuvo antes de siquiera entrar al concurrido salón.

<< - No te molestes en ello. ¿No es tu deber que tu erudito se vaya del palacio Qingheng? El chico es cede rápido a la presión, querrá irse en cuanto los rumores y la hostilidad de los otros se haga más intensa.>>

Al comienzo dudó de ello, pero ahora que notaba el obvio distanciamiento entre el emperador y su erudito, no cabía en sí de felicidad.

Ninguno de los dos había cruzado mirada alguna y al contrario, se habían mantenido en extremos opuestos del salón durante toda la reunión. Parece que quien fuera la persona culpable de dicha mentira, merecía el agradecimiento de Xue Ye.

--- Erudito, le ruego que no escuche las palabras de los demás, son personas que no tienen mayor entretenimiento que ofender a otros.

Pero JiangCheng no estaba en lo más mínimo interesado en la opinión pública y sí en lo que ello implicaba. Parece que la entrega de la túnica y Zidian a Yun LanHuan, no había sido acción de BaiHe como pensó al inicio, así que su cubierta como el rey negro seguía intacta. Según Sandu, el rastro espiritual no pertenecía a ninguno de sus enemigos y los rumores solo lo confirmaban.

Sin embargo, eso no alivió en lo más mínimo la sombra que parecía engullir su humor, ahora tan tensa como la cuerda de un arco, esperando a ser liberada ante la más pequeña señal.

Rompería las piernas y cada hueso del cuerpo del idiota que había dado la túnica al emperador.

--- Es una situación inesperada --- respodió Jiang Cheng con seriedad fingida, mirando al resto de los presentes para ocultar su desagrado hacia el pegajoso grupo de personas alrededor del jade.

Xue Ye siguió hablando de algo, pero Jiang Cheng dejó de prestarle atención cuando en el reflejo de un enorme espejo, pudo ver como una mujer joven se pegaba más y más a Yun LanHuan.

Apretó el puño.

Había demasiados puntos ciegos en este estúpido salón y ni mencionar la cantidad de personas desconocidas, atacar al otro sería un juego de niños. En estas circunstancias, hasta esa pegajosa mujer lo tendría sencillo.

¿Qué demonios estaban haciendo Xue Liang y el resto de sus sirvientes? ¿Cómo podían dejar que una desconocida se acercara tanto al jade?

Irritado, vio como la mujer fingía un leve desmayo y para su inexistente sorpresa, el emperador no dudaba ni un segundo en sostenerla para darle estabilidad.

Las voces alarmadas y bajos murmullos ocultaron el bufido despectivo de Jiang Cheng.

Era muy claro que Lady Sima (por fin logró recordar su nombre) estaba fingiendo mientras llevaba una mano a su frente y apoyaba la cabeza en el hombro del jade.

---Tan estúpidamente amable. --- murmuró.

Debió dejarla caer para que aprendiera a tener un poco de dignidad o mejor aún, arrojarla a los brazos de cualquier incauto y alejarse.

---¿Ha dicho algo, erudito? --- Xue Ye se había distraído con el pequeño alboroto.

---No --- respondió cortante. --- Estoy cansado, me retiraré por hoy.

---... p-por supuesto.

Xue Ye se despidió con la satisfacción llenando sus mejillas de color cuando notó como el erudito fulminaba con la mirada a la mujer en los brazos del emperador, antes dar media vuelta y salir del salón.

¿Debería ayudar a Lady Sima a fomentar las atenciones del emperador? Ella obtendría el título de emperatriz y él podía ayudar al erudito a olvidar el rechazo del emperador.

--- ¿Desea otra copa? --- preguntó un sirviente al sonriente Xue Ye.

Parece que toda su preocupación anterior por la atención del emperador en su erudito, había sido por nada.

---¡Por supuesto!

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Dentro del palacio, entre los oscuros pasillos alumbrados apenas por solitarias velas y candelabros, Fao Sying y Shuang An habían acorralado a una delgada sirvienta. De pálidas vestimentas verdes y un apretado moño en la parte superior de la cabeza, su arreglo no hacía más que resaltar las arrugas y resequedad en su avejentada piel.

Sin embargo, y pese a estar entre la pared y dos enojados sirvientes, la mujer no parecía en lo más mínimo acobardada.

--- ¿Fuiste tú? --- Fao Sying hizo un gesto con sus manos entre exasperado y suplicante --- escucha, esa túnica pertenecía a nuestro amo, él...

La mujer alzó la barbilla con arrogancia.

---¿Y qué tiene el robo de aquella ropa que ver conmigo? ¿Cómo se atreven a acusarme de tal cosa? Hump, no es mi culpa que su amo sea tan descuidado para perderla. Era horrorosa y esta sirviente solo hizo lo que era correcto cuando la encontró.

--- Solo dinos como supiste donde estaba --- Shuang An estaba harta de la actitud de la mujer, llevaban casi una hora intentando obtener respuestas luego de escucharla jactarse con otros sirvientes. No tenía sentido mentir, pero lo hacía --- eso es toda la información que queremos.

Pero la mujer no cedió, en su lugar, solo se mostró aún más necia.

---Lo único que ustedes, sirvientes de baja categoría, deben saber, es que deberían de mostrar más respeto. Mi ama es una mujer virtuosa que goza de una posición privilegiada, por otro lado, su amo no es más que un insensato que no sabe cuál es la posición que le corresponde. Pero el emperador seguro se dará cuenta de ello.

---¡Cómo te atreves a insultar al joven amo!

---Déjala hablar, Shuang An, nuestro propósito no es hacerla cambiar de opinión.

---¿Y cuál es entonces sino el de defender lo indefendible? --- la sirvienta se sacudió con brusquedad su ropa.

---¿Lo indefendible? Espera, entonces eso de que el amo asesinó al amo Shao Li... ¿admites que fueron tú y tu ama quienes comenzaron a esparcir los rumores?

La sirvienta sonrió con burla mientras hacía el leve intento de caminar lejos de los otros dos, intento que fue detenido con un sutil paso de Fao Sying bloqueando su escape.

---Yo no he dicho algo así.

--- Ni que falta que ha hecho.

--- Repetir lo que todos saben no te hace el culpable de exponerlo.

---Mira --- intentó convencerla Fao Sying--- mejor di la verdad ahora, nuestro amo no será tan amable al preguntar.

---¿Y qué hará tu amo?

--- No quiere saber.

La mujer dio un respingo indignada por la amenaza. Había visto al erudito cuando acompañó a su joven ama. Era un hombre joven y de buen aspecto, pero en definitiva no era alguien de quien preocuparse. Nadie con un aspecto físico tan favorecedor alguna vez se había preocupado por hacer nada con sus propias manos.

--- Tu amo es solo un noble débil como el resto, es un niño que...

--- ¿Quién es un niño?

La temperatura del pasillo pareció bajar varios grados mientras la oscura y grave voz del amo Shao reverberaba.

Asustados, Fao Sying y Shuang An se estremecieron y en menos de un parpadeo, se pusieron frente al amo, arrodillándose en el acto.

La sirviente tragó saliva con dificultad cuando sus ojos vislumbraron la delgada silueta de quién se acercaba, insegura cuando vio la reacción de desmedida sumisión en los otros sirvientes.

No sabía si era a causa del cabello oscuro o la luz cambiante de las velas, pero la persona frente a ella no era para nada, como el delicado erudito al que vio antes. Su postura arrogante y sus ojos entornados le hicieron retroceder dos pasos antes de detenerse a sí misma.

¿Por qué asustarse del noble?, se preguntó.

Ella era la más cercana sirviente de la ama Sima, ¡había servido a la familia desde hace más de cuatro décadas y tenía un rango tan alto que solo los sirvientes del palacio la superarían!

No iba a dejar que un muchacho de otra corte la intimidara.

--- Usted ---replicó, ignorando el leve gemido decepcionado de uno de los sirvientes aun de rodillas --- Usted es solo un mocoso. Mi ama pertenece a una de las familias más antiguas de la provincia, es bien parecida y posee honorables cualidades, dignas de una dama de su rango. ¿cómo puede un simple erudito de otro imperio, girar su mirada lejos? - se contuvo cuando vio como la tensión en aquel bien parecido rostro aumentaba --- ¡no solo la ignoró, sino que ha tenido el atrevimiento de aceptar la invitación de su majestad! ¿Cuánto descaro puede tener alguien de baja cuna como usted? Oh, pero esto no se quedará así, pues la fruta mientras más corriente más descolorida. El emperador est ajunt a mi ama y ahora debe ser consciente de la serpiente vil que es usted y a la que ha dado cobijo --- la mujer adquirió valor cuando no escuchó una sola protesta. Cualquier noble habría reaccionado ya, si no lo hacía, es porque en efecto el erudito se valía de su aspecto físico para salirse con la suya --- Su majestad estará ahora dando cuenta de lo digna y hermosa que es mi ama, aunque a usted le agrave, esta sirviente confía en la sensatez del emperador al elegir a mi ama por sobre usted.

Aquella voz en el interior de Jiang Cheng solo creció en fuerza conforme el discurso de la sirvienta aumentaba de tono, deseando dar rienda suelta a todas las emociones caóticas que lo llenaban, susurrando insistente. Había escuchado desde las sombras la discusión entre los sirvientes, así que sabía lo que ella y su "ama" habían hecho.

¿Así que él era indigno?, se burló, ya le mostraría.

Sonriendo con crueldad, habló con mucha claridad para evitar confusiones.

--- Fao Sying, Shuang An.

--- Si, amo.

--- ¿Esta mujer es la que encontró la túnica y la entregó al emperador?

Un breve silencio antes de que la grave voz de Fao Sying respondiera reticente.

--- Sí, joven amo.

Antes de que ninguno de ellos pudiera reaccionar, Jiang Cheng se acercó a grandes zancadas y tomó a la sirvienta del hombro, aferrando la tela para asegurarse de que no pudiera escapar.

--- ¿Qué cree que está haciendo? Esto es un atropello, ¡usted no tiene la posición para hacer esto!

---¡Joven amo!

---¡Amo Shao, espere!

Sin mayor delicadeza, Jiang Cheng comenzó a arrastrarla pasillo arriba. Conocía el lugar perfecto para lo que tenía pensado.

--- ¡Suélteme! --- vocifero la sirviente, intentando librarse del doloroso agarre y al tiempo evitar tropezar con los escalones por los que subían --- ¡Usted, bárbaro! ¡Incivilizado! ¡barbaján sin modales!

Jiang Cheng ignoró tanto los insultos de la mujer, como los gestos y suplicas de sus sirvientes para que se detuviera y advirtiéndole de que alguien podría escucharlos.

Esa era una advertencia vacía, esta zona del palacio era un callejón sin salida, así que no contaba con ningún tipo de vigilancia. Aun si la necesitara, con la reunión que se celebraba todos los guardias y eunucos se encontraban lejos.

Nadie vendría.

--- Mi ama se enterará de esto, ¡¿cómo se atreve un noble de poco renombre a lastimar a esta sirviente? ¡Suélteme de una vez!, no es digno de ofender a mi ama de esta forma...

Por fin, después de pasar por algunos escalones y pasillos vacíos, llegaron a donde lo deseaba.

Detrás de un par de puertas ornamentadas había una enorme terraza cuyo borde daba a un profundo risco lleno de afiladas rocas. Nadie vigilaba por la sencilla razón de que era imposible subir por el risco o por las paredes. Además de la vista del mar y el horizonte, no había mayor valor en esta sección del palacio.

--- Amo Shao, por favor, deténgase.

--- Nosotros podemos hacernos cargo, joven amo.

La enorme terraza no tenía ninguna barrera para "no arruinar la vista", lo que la trasformaba en un saliente sin ninguna barrera entre el palacio y una caída libre hacia el vació.

--- ¡Suélteme..!

--- Bien.

Ambos sirvientes ahogaron una exclamación cuando, sin mayor cuidado, Jiang Cheng caminó hasta el borde y subió las elevaciones cuyo propósito real era el de exhibir las lámparas y macetas que adornaban el lugar.

Con un tirón brusco, puso a la sirviente frente a él, los pequeños pies apenas sosteniendo el peso lejos del lejano abismo bajo ella.

El aterrado grito apenas conmovió a Jiang Cheng.

Estaba furioso y frustrado más allá de su propia racionalidad; el cansancio de las incontables horas de insomnio y la poca comida, el constante secretismo y las máscaras que debía usar cada día dentro del palacio... y ahora, su negativa a reconocer aquel doloroso sentimiento en su pecho que le provocaba la tensa relación con el jade. Todo había llevado a Jiang Cheng a perder cualquier atisbo de sutilidad.

Ahora, el temible Sandu ShengShou estaba de vuelta.

--- Tienes dos segundos para explicar cómo encontró la túnica.

La sirviente lloraba y gritaba, arañando la mano que evitaba su muerte inminente.

--- ¡Está demente! ¡Completamente loco! --- la sirviente intentó ponerse a salvo, pero la mano que le sostenía le impedía cualquier movimiento lejos del borde --- No puede matarme ¿entendió? soy la sirviente de la ama Sima ¡no puede matarme! Mi ama lo notará, sabrá que fue usted...

--- ¡Responde la maldita pregunta!

Los presentes se estremecieron ante el grito de Jiang Cheng.

Fao Sying y Shuang An jamás habían visto este lado de su amo y aunque les doliera admitirlo, estaban muy asustados. Este no era el frío, pero considerado amo al que habían estado sirviendo. Esta persona parecía capaz de cualquier crueldad.

Se quedaron lejos, temiendo que su cercanía provocara más al joven amo.

La sirviente por otro lado, lloriqueaba y miraba al erudito con el rostro casi verde, temblando tanto que sus dientes castañeaban.

¡Este hombre era más desalmado de lo que su ama pensaba!

Podía ver en su rostro que hablaba en serio, el agarre sobre su hombro era doloroso pero muy firme. Realmente la dejaría caer si no obedecía.

--- No p-puede...

--- Responde la pregunta o te dejaré caer al vacío.

La sirviente requirió varios intentos antes de poder hablar.

Si moría aquí, nada de lo que había logrado en estos años tendría sentido. Y ningún castigo que su ama impusiera sería tan malo como ahora.

---L-l-la j-joven ama me envió para, para conseguir información por favor no me suelte, no quiero morir---balbuceó entre lágrimas cuando el agarre la empujó otro poco al vacío.

--- Sigue.

Sollozó, pero se obligó a continuar.

--- Mi joven ama quería ser cercana a usted, as-sí que está sirviente fue a la zona de servidumbre del palacio al atardecer, cu, cuando no hay casi nadie en esas habitaciones. --- una corriente de aire que subió por sus piernas la mareó. Era como si el oscuro fondo bajo ella tratara de tocarla --- P-por favor, no me vayya a soltar.

Jiang Cheng la ignoró de nuevo, solo arqueó una ceja, esperando lo demás.

--- Entiendo, de verdad entiendo. --- la sirviente se aferró a la muñeca del erudito, temiendo lo peor --- cuando entré, vi a sus sirvientes ocultando algo, pensé que era impportante así que, así que fui después a buscarlo. ¡No sabía lo que era! Mi-mi ama di-dij...--- lloriqueó cuando una ráfaga de aire la meció con fuerza.

--- ¿Entregaron la túnica al emperador?

--- Pppor favor joven amo, perdone a esta sirv,viente por ir con su majestad. No sabía que mi ama inventaría tal cosa sobre usted. No soy digna de nada, solo tengo esta vida, ni dinero ni influencias, por favor jjjoven amo...

Sin mayor advertencia, Jiang Cheng abrió el puño con el que sostenía a la sirviente.

El grito desgarrado se cortó abruptamente cuando la tela alrededor del fajín de la sirviente, se apretó.

Fao Sying y Shuang An, quienes contuvieron apenas sus propias exclamaciones alarmadas, vieron con las piernas débiles como el amo había sostenido el frente de la ropa de la sirviente con su otra mano y era el propio peso de esta, lo que había estrechado la tela alrededor de su estómago.

--- Responde o muere. ¿Qué hay del anillo?

La sirviente, casi desvaneciéndose por el terror, siguió hablando, esta vez más rápido por temor a no satisfacer al amo del cual dependía su vida.

--- Fue un regalo, un joven amo se lo regalo a mi ama, pero cuando la señora* se enteró, rompió la baratija. Mmi ama lo conservó por un tiempo, pero en lugar de tirarlo, decidió usarlo para darle mmás fuerza al rumor. Jjoven amo, mi ama solo quería la atención del emperador, ppor favor, se lo juro, solo eso quería.

Una mueca deformó los labios de Jiang Cheng. Si aquella túnica no hubiera sido entregada a Yun LanHuan, este jamás lo habría ido a buscar aquella noche.

¿Pero todo eso fue por las simples maquinaciones de una niña mimada?

Él estaba en todo este problema con Zewu-jun solo por la frivolidad de una niña estúpida, ¡todo su plan, su cubierta y su poder en la corte, todo tirado a la basura por culpa de una idiota y de su inútil sirviente!

Furioso más allá de lo que las palabras podrían alguna vez describir, Jiang Cheng miró a la sirviente con todo el resentimiento en su interior.

--- Mejor que tu ama se cuide la espalda.

Soltó la ropa de la sirviente, dándose la vuelta mientras el grito se desvanecía en la oscuridad de la noche.

-

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--- Solo un poco más.

Gruñendo por el esfuerzo, Fao Sying sostuvo a la delgada Shuang An, quien a su vez sostenía con mucho esfuerzo a la sirviente de la familia Sima de un tobillo. La pobre mujer se había desmayado desde hace un rato.

--- Bien, asegúrate de sostenerla.

Asintiendo con lágrimas en sus ojos, Shuang An afianzó su agarre.

Entonces, apoyando mejor sus pies, Fao Sying usó cada músculo de su cuerpo y gruñó entre exclamaciones mientras con toda su fuerza, alzaba a Shuang An lejos del abismo.

--- Un... poco... ¡más!

Con un último tirón, por fin logró subir a ambas mujeres.

Cayendo al piso sin mayor ceremonia, Fao Sying y Shuang An jadeaban entre el cansancio y el temor. Cuando el amo había soltado a la sirviente de Lady Sima, ellos apenas pudieron sostenerla a tiempo, un segundo más y la mujer estaría muerta.

Todavía temblando un poco, Shuang An miró a Fao Sying, el pobre hombre estaba rojo por el esfuerzo.

--- Fao Sying, --- esperó a que la mirara --- el joven amo sabía que la atraparíamos, ¿verdad? él no planeaba realmente matar a la sirviente de Lady Sima ¿cierto?

El sirviente miró a la inconsciente mujer y el desgarro en su propia túnica, rota cuando apenas consiguió sostener a ambas. La imagen del joven amo indiferente al darse la vuelta, demasiado clara en su memoria.

--- Claro, AnAn, --- aseveró sin mucha convicción. --- el amo lo planeó.

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Inicio del HaiShi (9-11 p. m.)

Al fin, otro día terminaba.

Yun LanHuan suspiró con cansancio mientras la frescura de sus sábanas le daba la bienvenida. A pesar de lo largas que se habían sentido las horas, su mente aún era incapaz de poner orden cada acontecimiento, se sentía superado por todas las posibilidades.

<<poner seguridad adicional, sería una buena opción>>

Giró el rostro hasta que pudo vislumbrar el dije de madera, maltratado y roto, descansando en su mesita de noche.

Con los ojos entornados por el sueño que lo invadía a gran velocidad, se preguntó de nueva cuenta si la actitud del erudito era solo otra máscara o si en realidad habría otro motivo para sus acciones.

¿Estaba viendo por sus propios intereses o cómo LanHuan empezaba a sospechar, estaba siendo obligado por las circunstancias?

Parpadeó con lentitud.

En verdad el dije sería hermoso si no estuviera roto, pensó, antes de que el cálido abrazo del sueño lo arropara, llevándolo a un mundo lejano y ahora, inexistente.

NOTAS:

*Son siete sirvientes en total  frente a Jiang Cheng, Xue Liang quedó en el exterior, eso deja 6: 2 quedan a cargo del palacio exterior y 4 del palacio interior. :)

*Lo usé antes pero olvidé poner la nota. Mayordomo es una palabra que normalmente se usa para el jefe de los sirvientes, tanto en europa como en china "mayordomo" era el título que recibía el sirviente de mayor rango, en china también se le podía llamar "eunuco imperial". Ahora, Zhao Wu no es el mayordomo desde que sale de casa para acompañar a JiangCheng, por eso el es el "sirviente personal o principal" de JC.

*BeiBien(北边):Norte

*El mismo bosque donde Jiang Cheng huyó cuando vio la heterocromía (ojos de distinto color) de XC.

* En la época victoriana y georgiana de europa, era común que las grandes familias fueran visitadas por pequeñas familias de la zona como deferencia a su mayor rango. Cuando la cantidad de personas era muy grande, estas familias organizaban bailes y reuniones de caza con cierta periodicidad, turnándose cuando había más de una familia importante en una misma zona. Esta escena hace referencia a esto último.

*referencia a la sangre de origen noble.

*Señora: refiere a la madre de Lady Sima.

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