Sacrificio pt. 2

02.09.2022


Cuatro semanas después

--- ¿Quién dijo que podías irte?

La voz afilada de Jiang Cheng detuvo los movimientos de la patética figura sentada al pie de la cama.

Luciendo abatido y pálido de forma poco natural, el primer jade de Gusu y cultivador oscuro caído, volvió a acomodarse en la mullida cama que consiguió, solo para el hombre que, todavía leyendo y sin mirarlo, extendió la mano.

Sin necesitar que lo dijera, puso la segunda carta en la palma del líder Jiang, quien solo quitó la cinta que cerraba el pergamino antes de comenzar su silenciosa lectura.

Regresando la mirada a su regazo, Lan Huan apretó los blancos puños hasta que punzaron adoloridos, la vergüenza y el arrepentimiento en su rostro sombrío lo hacían lucir como un alma en pena.

Cansado hasta el hartazgo de la absurda imagen, Jiang Cheng dejó la carta de su hermana en la mesita de noche.

Cruzando los brazos sobre el pecho, levantó una ceja interrogante, esperando.

Lan XiChen suspiró.

--- Sería mejor retirarme...

--- Ya sabe mi respuesta a eso.

Los delgados labios se tensaron, la mirada del jade todavía lejos del hombre recargado contra la pared de esponjosos almohadones. Tantos que era ridículo, pero la culpa había hecho sentir a Lan Huan que solo uno o dos no eran suficientes.

Y no se trataba solo de la ropa de cama absurdamente suave y mullida. La habitación contaba con un enorme mueble lleno de túnicas nuevas y de gran calidad; dos grandes ventanas que permitían a la fresca brisa de la mañana entrar sin que la corriente incomodara al líder Jiang; una pesada puerta que conducía a un enorme baño con una tina siempre llena de agua cálida y cristalina; gruesas alfombras que protegían del frío piso de madera; lámparas en casi cada columna que al anochecer iluminaban con alegré y cálida luz; una mesa de roble bellamente decorada donde cuatro veces al día se colocaba una bandeja llena de alimento humeante y fresco.

Todo obtenido en solo un par de días, todo acomodado en menos tiempo aún... y todo era inútil para aplacar el arrepentimiento que corroía al jade. Cuya voz, cuando habló, estaba tan llena de remordimiento que era casi un peso tangible.

--- No comprendo por qué tenerme aquí después de lo que hice.

Él mismo no soportaba estar en su propia piel.

Aquella noche, cuando Lan Huan recuperó sus sentidos, lo primero que hizo fue lavar el cuerpo del líder Jiang con minucioso y horrorizado cuidado antes de llevarlo a otra habitación y llamar a los hermanos Wen, demasiado consciente de la gravedad del estado de Jiang WanYin. Y mientras el tratamiento se llevaba a cabo, Lan XiChen reunió cada objeto y aguja usada contra el líder Jiang, destruyéndolas en un pulso violento de energía, tan asqueado consigo mismo como furioso. No tenía excusa para lo que hizo, energía resentida o no.

Por supuesto, la mirada horrorizada de Wen Ning y el discurso lleno de ira de Wen Qing fueron recibidos sin reproche, aceptadas y grabadas en su interior como golpes que merecía.

Heridas internas, deshidratación y anemia, cortes y hematomas, desgarros en varios músculos y daños a los ligamentos, ni mencionar el desgaste innecesario del núcleo dorado. Todo formaba parte de una larga lista de heridas que tenía el líder Jiang después de que Wen Qing lo revisó.

Y a pesar de las habilidades de la joven Wen y las propiedades curativas de las medicinas creadas para cultivadores, el líder Jiang había estado inconsciente por poco más dos semanas y aun necesitaba estar en cama por al menos una semana más.

Y durante todo el tiempo, Lan XiChen había estado más que lúcido, los recuerdos de sus acciones torturándolo con mejor eficacia que cualquier daño físico.

El chasquear de los dientes le hizo levantar la mirada al líder Jiang, quien desde que despertó, solo lo había mirado con fastidio y obligado a quedarse a su lado.

--- ¿Planea recluirse?

La misma pregunta, y cómo Lan XiChen no tenía otra respuesta que una afirmación, una que fue rechazada cada vez, solo guardó silencio.

Regresando la mirada a la carta de su hermana, Jiang Cheng suspiró con tedio.

--- Si tanta culpa siente, mejor busque una manera de destruir a aquel desagradable cadáver.

Lan XiChen se tensó.

Antes de que cualquier cosa pudiera ser respondida, tocaron a la puerta.

Cargando una pesada bandeja con varios frascos, tarros y objetos de brillante metal, los hermanos Wen entraron a la habitación.

Jiang Cheng suspiró mientras dejaba los papeles en la mesita mientras el jade se levantaba para ayudar al menor de los Wen.

Dejando todo sobre la mullida cama, Lan Huan se inclinó antes de salir con un bajo murmullo. Las palabras dichas entre dientes algo común cuando se cruzaba con los hermanos, como si la vergüenza y remordimiento que sentía paralizaran su boca.

--- Regresa apenas salgan --- ordenó Jiang Cheng, quitando las mantas que lo cubrían.

Una mirada breve y un corto asentimiento fueron su única respuesta antes de que la puerta se cerrara detrás del jade.

Levantándose con ayuda de Wen Ning, Jiang Cheng se quitó la túnica hasta dejar expuesto su torso, recostándose boca abajo en la cama justo después.

--- S-sus piernas han g-ganado fuerza.

--- Por supuesto que lo han hecho --- refunfuñó Jiang Cheng, negándose a aceptar lo infinitamente lenta que se sentía su recuperación.

Él era el líder de la secta Jiang, así que por supuesto que mejoraría más rápido de lo esperado, se dijo.

Wen Qin, abriendo uno de los tarros de porcelana, soltó un femenino sonido sarcástico.

--- Ganar fuerza no es estar sano, líder Jiang. Wen Ning, comienza con los estiramientos.

Asintiendo, el tímido joven colocó una de sus manos detrás de la rodilla del líder Jiang y con la otra le sostuvo el tobillo, cuidadoso de no mover las vendas.

--- R-respire proffundo.

Obedeciendo, el rostro de Jiang Cheng se tensó cuando obligaron a su pierna a doblarse. El movimiento controlado haciéndole consciente de como el músculo se esforzaba por estirarse, por volver a adquirir una flexibilidad que parecía imposible solo la semana anterior.

Cuando su tobillo estuvo a poca distancia de su glúteo, Wen Ning cambio el agarre para obligar a la punta de su pie a estirarse recto, doblado y recto de nuevo.

--- ¿Duele?

--- Sí.

--- ¿Cuánto?

Con un gruñido, se puso rígido inevitablemente cuando en lugar de estirar, Wen Ning comenzó a mover su pie en círculos, flexibilizando el tobillo.

--- Menos. --- fue todo lo que pudo responder.

Wen Qing terminó de frotar el ungüento en las heridas de la espalda, las marcas casi invisibles ahora. El líder Jiang había aprendido de mala manera que era mejor no mentir ni intentar hacerse el fuerte y eso la alivió. Esto ya era complicado sin el terco orgullo del cultivador interviniendo en el proceso.

--- ¿Cuánto es menos?

Apretando las sábanas debajo suyo hasta que sus nudillos palidecieron, Jiang Cheng trató de sincronizar su respiración con los lentos movimientos en sus piernas, obligando a sus músculos a relajarse con cada exhalación.

--- No quiero, golpear, a tu hermano.

El movimiento en su pierna se detuvo por un segundo antes de reanudarse.

--- Bien. Wen Ning, continúa con los brazos.

--- S-sí.

Mirando nervioso al líder Jiang, Wen Ning tocó el codo y la muñeca para realizar los ejercicios y fortalecer de nuevo los músculos.

¿Era en serio que el líder Jiang había querido golpearlo? se preguntó, tan asustado que en realidad tenía que concentrarse en contar los estiramientos para no entrar en pánico.

Mientras tanto, Wen Qing quitó las vendas y preparó todo para la limpieza del resto de las heridas.

--- ¡Mierda!

--- ¡Wen Ning, no te detengas y usted líder Jiang, absténgase de maldecir!

Con uno temiendo por su integridad y el otro refunfuñando por lo bajo, Wen Qing continuó aplicando el medicamento. Enrojecidas y algunas todavía sin cerrar del todo, la mayoría de las heridas progresaban de la manera correcta, sorprendente considerando el estado en que las encontró.

Costras junto a laceraciones nuevas, Wen Qing se asombró cuando notó la nula atención médica que el líder Jiang había recibido. Era obvio que lo que sea que Lan XiChen le había hecho a lo largo de este año, no se tomó la molestia de atenderle adecuadamente.

Cosa poco sorprendente considerando el estado del líder Jiang hace varios meses atrás, cuando las peleas en Yunsen comenzaron, la primera y única vez que se le permitió atender al orgulloso líder.

Después solo se le permitió verle para llevarle comida o túnicas limpias.

Sin embargo, la medicina de alto nivel del clan Lan y la que la misma Wen Qing había desarrollado, estaban no solo curando la piel, sino borrando las viejas cicatrices en esta. No podía hacer nada con las más grandes y profundas en la espalda y muslo, pero el resto desaparecerían en poco tiempo.

Satisfecha, cubrió las zonas con una capa delgada de vendaje para que el medicamento se absorbiera adecuadamente, antes de continuar con el resto.

Dos largas horas entre el acre olor a hiervas y medicina, estiramientos dentro del agua caliente de la bañera y cuatro peleas y discusiones después, el tratamiento estaba casi finalizado.

Sin embargo, era la última parte la que Jiang Cheng más odiaba.

Afuera del amplio baño y cerrando la puerta al salir, Wen Ning comenzó a ordenar los frascos y cambiar las sábanas.

Dentro, la situación no era tan pacífica si bien igual de eficiente.

Con el rostro tan enrojecido que el color bajaba hasta los hombros, Jiang Cheng se mantenía con los brazos apoyados en el borde de la bañera y las caderas al aire. El aire sobre aquella zona haciéndole desear matar al jade o mejor aún, golpearlo hasta desahogar su humillación.

Ayudaba mucho que Wen Qing no lo tocara, limitándose a observar y pedir con secas oraciones que cambiara de posición o extendiera la piel.

--- Listo, líder Jiang, puede vestirse.

Sin importarle no secarse, se colocó las túnicas interiores con tanta velocidad como fue capaz, ignorando el dolor en su cuerpo por los movimientos bruscos.

Solo se sintió capaz de respirar cuando por fin regreso a la cama, la habitación vacía. Wen Ning había salido hace tiempo, sin saber de aquel último tratamiento, cosa que Jiang Cheng agradecía infinitamente aunque no lo expresara.

Solo Wen Qing y él sabían de ello, Lan XiChen sospechaba pero se había abstenido de preguntar.

--- Ha curado correctamente, pero siga aplicando el ungüento y trate de mantener limpia la zona por al menos una semana más.

--- ¿Y la comida?

--- Igual hasta que la piel recupere su grosor.

Simple y eficiente, nada en la voz de Wen Qing dejó traslucir el desagrado o la compasión que sentía.

Aquella noche en que Lan XiChen les había hablado, fue ella quien hizo el primer diagnóstico, mandando lejos a su hermano bajo el pretexto de buscar medicina cuando notó las diminutas gotas de sangre entre los muslos del líder Jiang.

Horrorizada, había exigido una respuesta de Lan XiChen, comprendiendo todo con aquella mirada atormentada en el pálido rostro y un brillo metálico descartado en una oscura esquina del pasillo.

Desde entonces, mirar al jade con el mínimo de respeto era muy difícil, aunque se obligaba por consideración al líder Jiang.

--- El cultivo esta fallando.

La sombría frase hizo detener a la curandera, la tensión en los delicados rasgos igualando la de Jiang Cheng.

--- Agregaré más agujas.

Una suave negación le hizo comprender que el líder Jiang era consciente de lo poco que eso funcionaría. Así que Wen Qing no tuvo más opción que callar, mirando hacia la puerta con ojos duros y resignados.

Cada noche desde que Jiang Cheng despertó, este inyectaba pequeñas cantidades de su energía directo al núcleo dorado del jade, ayudado por al menos seis aguas que el mismo Lan XiChen había colocado en su propio cuerpo.

Al inicio Jiang Cheng solo necesitaba pasar su energía por las agujas durante un par de minutos para notar como la mente del jade se calmaba. Por desgracia esto no duró, cada vez necesitaba dar más y por tiempos más prolongados antes de que surtiera efecto, las dos semanas que pasó inconsciente e incapaz de dar su energía al jade, cobrando su precio.

Cuando al poco fue obvio que Jiang Cheng no podía prolongarlo por más de una hora sin poner en riesgo sus meridianos, Wen Qing sugirió un contacto más cercano.

La sanadora había obtenido los detalles del mismo Jiang WanYin y solo porque necesitaba saber qué tratamiento aplicar desde que el cultivador se había negado vehementemente a que usaran acupuntura para curarlo, así que inevitablemente se había visto envuelta en aquella enfermiza solución.

Manos entrelazadas o caricias que ayudaran a generar cercanía. No era un cultivo dual profundo pero mantenía al jade lúcido.

Tanto Wen Qing como Jiang Cheng habían esperado que eso bastara, pero no podían negar la dura realidad que enfrentaban. Tantos años bajo la influencia de la energía resentida había causado modificaciones severas al núcleo del jade.

Como una droga administrada por demasiado tiempo, ahora la energía resentida era necesaria para mantener estable el cultivo de Lan XiChen, así que esto no era una solución, solo les compraba tiempo para pensar qué hacer.

--- Modificaré las inscripciones en las agujas, quizá pueda darle un uso parcial de sello para reducir la influencia de la energía resentida en la mente de Lan XiChen.

Jiang Cheng agradeció el esfuerzo de la sanadora.

No había necesitado ver la expresión del jade cuando mencionó destruir el cadáver de Meng Yao, para notar su reticencia. Ese cadáver era la representación física de su odio y resentimiento, pero también le brindaban seguridad, le recordaban que tenía suficiente poder para no volver a ser herido. No eran sentimientos de los que el jade podría deshacerse con tanta facilidad.

Las miradas vacías y fijas, los breves cambios de expresión, los movimientos casi ociosos sobre Liebing. Hasta la señal más diminuta del crecimiento de la influencia de la energía demoniaca en el jade, había sido notada por Jiang Cheng.

Porque si el jade volvía a perder el control, ellos serían los primeros en sufrir las consecuencias. Así que se habían asegurado de aprender a leer al jade.

Y es que aunque ver al otro cultivador lo mantenía en un estado perpetuo de alerta y estrés, Jiang Cheng sabía que dejarlo entrar a reclusión como deseaba era demasiado peligroso para todos ellos.

Conociendo el grado de culpa que el jade cargaba, insistiría en aislarse por varios meses. Dos semanas casi arruinaron el esfuerzo de Jiang Cheng, un único mes podía significar la pérdida absoluta de la cordura de Lan XiChen y por tanto, poner en peligro la vida de todos.

Porque Jiang Cheng no dudaba, después de acabar con los hermanos Wen y él, el jade iría de nuevo tras el clan Jin.

Tomando un profundo respiro, Jiang Cheng se preparó.

--- Dile que entre.

Con una mueca de desaprobación, Wen Qing fue a buscar al roto jade de Gusu.

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Muelle de Loto, once meses después.

--- ¡Jiujiu!

Con un leve sobresalto, Jiang Cheng miró al pequeño de dos años aferrado a su pierna, sosteniéndose con fuerza de la tela de su pantalón para no caer.

--- ¡ju-ju-ju!

Balbuceando sin sentido, el pequeño bebé en sus brazos se agitó, moviendo sus piernas y brazos hasta que en un grito que era todo baba y mejillas regordetas, jaló la cinta violeta de Jiang Cheng. El bebé no comprendía la exaltación de su hermano, pero era feliz de gritar también.

Jiang Cheng estaba teniendo dificultades para sostenerlo de tanto que se agitaba, como si el bebé deseara columpiarse en brazos de su tío. Frunció el ceño al pequeño que aún se sostenía de su pierna y le llamaba sin descanso.

--- A-ling, no puedo cargarlos a ambos.

--- Jiujiu

Con grandes ojos comenzando a humedecerse, Jin Ling jaló de su pantalón con renovada fuerza, expresando su poco interés a que su tío tuviera a su hermano en brazos.

¡Él quería ser cargado y quería que fuera ahora!

--- Vamos A-Ling, yo te cargaré.

Jin ZiXuan se inclinó con la intención de rodear a su hijo y alzarlo, pero en un gesto tan repentino como ruidoso, el niño se dejó caer sobre su esponjado pantalón de infante y soltó un fuerte llanto, jalando cada tanto la violeta tela de la túnica de su tío, como para enfatizar lo que quería.

--- ¡No, pa, jiujiu!

Jiang Cheng se sintió tentado de estrellar su cabeza contra el muro solo para escapar del llanto de su sobrino y el inquieto bebé que decidió que su cinta era apetecible. En su lugar, le extendió el babeante bebé a un Jin ZiXuan en pánico, jalando de su cinta hasta que el pequeño la soltó.

Con un gesto de disculpa por la ahora húmeda tela, Jin ZiXuan se alejó para que el alboroto de su hijo mayor no alterara más al bebé y este decidiera hacer compañía a los llantos estruendosos.

--- Suficiente A-Ling.

Ante su dura reprimenda, el pequeño detuvo sus gritos pero no lo soltó, solo lo miró con las mejillas rojas y las enormes lágrimas todavía al borde de sus ojos y bajando hasta su redonda barbilla.

Suspirando, Jiang Cheng tomó a su sobrino en brazos, tratando de no pensar en la humedad que estaba dejando en su ropa y cuello cuando enterró su regordeta carita en su hombro.

--- Jiujiu

--- Si sigues llorando te dejaré en el piso, ¿entendido?

Un asentimiento y manos aferradas a las solapas de túnica.

--- Sorprendente cuanto quieres a tu jiujiu, ¿eh, A-Ling? --- con una sonrisa maliciosa, Wei WuXian se acercó y picó un poco las costillas del pequeño, divertido cuando este se retorció con cosquillas y molestia por igual --- ¿no decías que yo era tu favorito?

El ceño de Jiang Cheng respondió antes que su sobrino.

--- Casi lo dejas caer por estar jugando sobre tu espada mientras lo sostenías.

Wei Ying se sintió ofendido.

--- Estaba a menos de dos pies de altura, aun si Lan Zhan no nos hubiera atrapado, yo habría sido el que terminara lastimado y no A-Ling. --- jugando con una pequeña pelota amarrada con un largo listón que hacía de juguete de Jin Ling, se encogió de hombros para restarle importancia al asunto --- era Jin Ling el que quería subir a la espada.

--- Y tu muy complaciente lo subiste a ella.

--- Lo estaba sosteniendo.

--- Casi se cae.

--- Lan Zhan estaba ahí.

--- Pudo lastimarse.

--- Y yo ya dije que era muy poca altura.

Una delicada y chispeante risa detuvo lo que parecía ser una discusión larga y sin sentido.

Girándose, ambos le dieron una sonrisa de bienvenida a la orgullosa mamá del pequeño A-Ling y A-Bao, sosteniendo un pequeño plato de papilla en una mano para alimentar al mayor de sus hijos. Con su largo cabello arreglado con femenina sencillez, Jiang YanLi estaba resplandeciente de por fin tener a su pequeña familia junta.

Había pasado un largo y preocupante tiempo desde que vio a su hermano, pero el alivio de verle a salvo lo compensaba.

--- Le he dicho a ZiXuan que mi pequeño A-Ling tiene tu carácter, pero creo que solo hasta hoy me ha creído.

Usando eso como pretexto para seguir con las burlas a su shidi, Wei WuXian dijo algo que le valió un golpe en el hombro y la risa de YanLi.

Lejos del ruidoso trío y de un atareado padre que no estaba muy seguro de cómo entretener a su hijo, quien había decidido que la túnica amarilla también era un dulce aceptable, Lan XiChen los observaba con una mirada complicada en sus ojos.

--- ¿Se quedarán esta noche?

Lan XiChen negó con la cabeza hacia un ceñudo Nie Mingjue. Tan alto y robusto como le recordaba, en realidad no estaba disfrutando particularmente de la hosca compañía.

Hace tiempo atrás, demasiado para recordar con claridad, su hermano jurado había sido un amigo importante a quien apreció y valoró con gran lealtad.

Sin embargo, en estos momentos se estaba preguntando qué tan certera había sido aquella relación de amistad. Su plática actual ciertamente no se lo recordaba.

--- La reunión será en solo dos días, si nos quedamos, no llegaríamos a tiempo.

Nie MingJue suspiró con un sonido exasperado mientras volvía a repetir lo que habían estado discutiendo desde hace una hora atrás.

--- Jin ZiXuan ya fue aceptado para ir en representación de la secta Yunmeng Jiang.

--- Él no es el líder ni tampoco es del clan Jiang.

--- Si, pero Jin ZiXuan no desapareció por más de un año y es a quien todos han visto viviendo en Muelle de Loto.

Lan XiChen trató de mantener su mente en el ritmo de su respiración y no en lo que en realidad quería hacer después de tal declaración.

Trata de quitarle su secta

Miente

Busca tu poder

Fingió acomodar la manga de su túnica para enmascarar la tensión en su rostro. Hacía un mes desde que las voces habían vuelto, ganando fuerza, recordándole cuan vulnerable era.

Pero luchó contra ello, la imagen de un herido líder Jiang como una pesadilla a la que temía volver.

--- Jiang WanYin ha estado en contacto con su familia a lo largo de ese tiempo, sabe el porqué de la reunión y esta al día con lo que ocurre entre los clanes y sectas. Decir que es ignorante de la situación es un argumento vacío.

Cruzándose de brazos, Nie MingJue negó con la cabeza. Comenzaba a sentirse cansado de repetir lo mismo y Lan XiChen no cedía ni siquiera un poco.

Cuando llegó a la pequeña reunión para conocer al hijo menor del matrimonio Jin, se alegró de ver a su antiguo amigo hablando con el resto de los invitados con la misma aura tranquila que recordaba.

Sin embargo, la ilusión pronto se había roto cuando se acercó.

Pese a que su expresión era la misma que recordaba cuando aún era el brillante jade del clan Lan, sus ojos eran tan vacíos como dos agujeros profundos e infinitos. No había nada ahí, ni empatía ni la cálida bienvenida con que siempre se dirigía al mundo a su alrededor.

Este hombre no era su amigo, no era ni siquiera la versión enfadada y reprimida que vio durante la guerra contra el clan Wen.

El cultivador con quien hablaba tenía una expresión falsa en su rostro y tan frío control sobre sí mismo, que se sentía como una sombra oscura y engañosa que aparentaba ser el primer jade.

El resto de los presentes podían creer tal farsa, pero Nie MingJue le conocía demasiado bien para caer en ello.

--- Bien, entonces lo diré como es. Nadie confía en Jiang WanYin después de pasar tanto tiempo en tu compañía.

Nie MingJue pudo notar como la postura de Lan XiChen adquiría una quietud anormal, pero se negó a retractarse. Si el cultivador quería ser tan irracional para necesitar que las palabras fueran dichas, así sería.

--- No soy yo quien asistirá a la reunión.

Tranquilo y razonable, el jade casi se escuchaba divertido por las palabras de Nie Mingjue.

--- Tal vez no al edificio de la secta Hang, pero irás a la ciudad.

Lan XiChen sonrió con un poco de ironía.

--- Eso es lógico desde que no soy el líder de ninguna secta o clan, pero soy un invitado de la secta Jiang.

--- No esta a discusión, Lan XiChen. Asesinaste a mucha gente del clan Jin, nadie se quiere arriesgar a tenerte cerca cuando han visto lo que puedes hacer.

--- Ahora es diferente.

Nie Mingjue estaba cansado. Al demonio el consejo de su hermano de mantener todo superficial.

Girándose para estar de frente al cultivador que en algún momento llamó amigo, habló con tanta contundencia como era su naturaleza.

--- Más de veinte cultivadores han muerto por aquella barrera en las montañas de Yiling. Dejaste aquel lugar hace meses y no has dejado nada atrás que sea de valor. No necesitas ni la barrera ni las trampas.

Todavía con aquella pequeña sonrisa, Lan XiChen suspiró y respondió como quien habla con un niño terco.

--- MingJue-xiong, estas defendiendo a cultivadores que buscaban saquear mi hogar. De haber dejado el sitio sin protección, no dudo que hasta la última madera habría sido tomada ya.

--- ¿Y qué sobre sus cuerpos? Te han pedido que bajes la barrera para entregarlos a sus familias, pero te has negado.

La sonrisa de Lan XiChen se tornó en una de desconcierto.

--- ¿Para qué querrían los cuerpos de unos saqueadores sin vergüenza ni honor alguno?

Nie MingJue estaba por tomar al otro y zarandearlo para meter un poco de razón en él, pero la voz a su espalda le detuvo.

--- Líder de la secta Nie.

Todavía fulminando con la mirada a un sonriente Lan XiChen, Nie MingJue saludo a un Jiang WanYin ocupado con el hijo mayor de los Jin.

--- Líder Jiang.

--- Le agradecemos su presencia, es bueno saber que la secta Nie es tan amable con mis sobrinos.

Alternando la mirada entre los dos hombres, asintió con un seco movimiento de cabeza.

--- La dama Jin ha sido una buena amiga de mi hermano y Jin ZiXuan ha mostrado una gran experiencia sobre estrategia y combate, sus consejos han sido bien aceptados.

Ignorando el énfasis en la labor de Jin ZiXuan, le dio la espalda al otro líder para acercarse a Lan XiChen, Jiang Cheng le dio a A-Ling para que lo sostuviera.

--- La gente mira.

Fue todo lo que murmuró solo para oídos del jade antes de seguir con su conversación con el otro líder, uno que le estaba agotando la paciencia.

Había visto como la conversación se ponía más y más tensa por segundos, escuchado los crecientes murmullos morbosos de la gente que esperaban ver si se desataría una pelea entre el infame cultivador oscuro y uno de los líderes más fuertes entre su generación.

Tenía que alejar al jade de aquí cuanto antes.

--- Mi hermana quiere agradecerle por su regalo. Y Hanguang-jun quería hablar con usted.

Lan XiChen sostuvo al pequeño con naturalidad, asintiendo y acercando el mango de Shouyue para entretener a un curioso Jin Ling.

--- Los buscaré ahora mismo. --- hizo un gesto de despedida hacia Nie Mingjue --- No vemos, MingJue-xiong.

A pesar del innegable respeto y educación en el trato de Lan XiChen, el líder Nie no devolvió la despedida, provocando que los murmullos entre los invitados se acrecentaran.

Jiang Cheng frunció el ceño.

Es verdad que la llegada de ambos a la pequeña celebración había provocado una silenciosa conmoción, después de todo, no solo el líder Jiang se había creído muerto o según los rumores más disparatados, transformado en un cadáver feroz; sino que el jade vestía con túnicas claras y se mostraba tan tranquilo que era como ver al líder Lan de antaño, mucho antes de que el cultivo demoniaco fuera siquiera una posibilidad.

No era el uniforme de la secta Lan, sin embargo, era lo bastante parecido para aumentar las especulaciones sobre la mejora de su relación con su antigua secta.

Pero había quienes no se tranquilizarían tan fácil.

Jiang Cheng agradecía lo rápido que tanto su hermana como Wei WuXian entendieron lo que ocurría, tratando a Lan XiChen con la familiaridad de un amigo para aquietar las miradas desconfiadas y resentidas entre los invitados. Ni mencionar la habilidad con que tanto Jin ZiXuan como el jade, disimularon sus diferencias y se trataron con la mayor cortesía cada vez que cruzaban su camino entre los invitados.

Por suerte, para los cultivadores de su secta tratar al jade con respeto se había vuelto algo natural, en especial después de toda la ayuda y consejos que ayudó a varios a mejorar. Todo era una bonita imagen pintada con el único propósito de proteger a la secta Jiang de los rumores maliciosos que sufrió la secta Lan cuando el jade residía en Yunsen.

Jiang Cheng era el líder y si montar esta farsa era necesaria para mantener a salvo a su secta de las agresiones que en su momento sufrió la secta Lan, lo haría sin dudar.

Por desgracia, había quienes no comprendían el valor de mantener las apariencias, por ejemplo, el líder Nie y su maldita costumbre de decir exactamente lo que pensaba, mostrando abiertamente su apoyo a Jin ZiXuan y los restos de la secta Jin. Explicarle no funcionaría, no con aquel carácter extremista que solo podía ver en negro y blanco.

Jiang Cheng ya estaba lo bastante agotado de fingir ante tanta gente, no necesitaba al otro provocando problemas. Esperaba que al menos ver al jade sosteniendo al pequeño A-Ling calmara los rumores sobre un posible baño de sangre.

Caminando junto al otro líder, trató de continuar con la conversación que interrumpió.

--- Escuché sobre la reunión de unos días.

Nie Mingjue ni siquiera se molestó en repetir todo sobre "el líder Jiang no es confiable por estar cerca de un cultivador demoniaco".

--- Las sectas están pidiendo que Lan XiChen sea castigado por los asesinatos cometidos.

--- Ellos invadieron las montañas de Yiling y trataron de robar los escritos de Wen Qing.

Nie MingJue se sintió tentado de golpear algo.

¿Por qué debían ambos decir el mismo argumento injustificable de estar defendiéndose, de estar protegiendo un edificio vacío?

--- Sabe tan bien como yo que no solo hablamos de ellos. Hay por lo menos tres sectas y cuarenta cultivadores nómadas que están desaparecidos. Todos ayudaron o conocían a Jin GuangShan o a Meng Yao en mayor o menor medida. --- esperó respuesta, pero el otro solo siguió caminando. Chasqueó los dientes, la desaprobación en su expresión llamando la atención de varios --- Es imposible que crean que es una coincidencia, que Lan XiChen no está involucrado.

Jiang Cheng solo miró y saludó con un leve asentimiento a algunos de los que estaban cerca, ayudando a alejar la atención de su conversación. Nadie quería admitir que estaban ávidos de escuchar, así que cuando cruzaban mirada con aquellos ojos azules, automáticamente se alejaban un poco y trataban de disimular.

--- No importa cuánto se esfuercen por fingir, nadie olvidará lo ocurrido. Lan XiChen debe ir a juicio por sus crímenes contra el clan Jin y los otros cultivadores que asesinó en el último año.

--- Eso --- dijo Jiang Cheng por fin, cansado de esta estupidez que los clanes querían llamar justicia. --- no es algo que puedan decidir ustedes y de ser necesario un castigo, tampoco esta en sus manos el llevarlo a cabo. --- se giró para mirar de frente al otro líder, sus miradas chocando con la misma fuerza de sus voluntades --- Ya que el clan Jin es el más afectado, Jin ZiXuan es la única persona que puede pedir tal cosa. Y con respecto a la reunión, él irá en su calidad de líder de la secta Jin. Le agradecería que le dejara en claro al resto, que la secta Yunmeng Jiang aun me pertenece y que será así como me presente a la reunión. Ahora si me disculpa, mi hermana y mi secta necesitan de mi presencia.

--- Lan XiChen no puede asistir.

--- Sí --- Jiang Cheng ya comenzaba a irse --- ya dijo eso antes.

Nie MingJue le vio alejarse, su frente fruncida con enojo apenas controlado.

Parece que era el único que comprendía que su mejor amigo, aquel que llamó hermano, ya no existía.

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Entrando a la iluminada habitación, Jiang Cheng vio como un entretenido Jin Ling mirada el platinado brillo de Shouyue, sentado en el regazo del jade mientras este movía la espada para hacerla brillar contra el rayo de sol que entraba por la ventana.

Fascinado por el cambiante reflejo en la superficie pulida, el pequeño extendió la mano para tocarlo. Más y más cerca, a solo un suspiro de tocar un filo que cortaría con demasiada facilidad la frágil piel.

Fue solo cuando el contacto parecía inevitable, que el jade alejó la espada, sonriendo ante la indignación del niño antes de acercarla de nuevo y comenzar aquel juego del que el joven A-Ling no comprendía su peligro.

El ceño de Jiang Cheng era atemorizante al acercarse al entretenido par.

--- ¡Jin Ling, tu madre dijo que no tocaras las espadas!

Con un brinco y una expresión asustada, el pequeño miró a su tío en la entrada del cuarto. Luego miró al hombre que le sostenía y cuya sonrisa le quitó cualquier miedo de que su tío le regañara.

Cuando el tío Lan estaba cerca, su tío Jiang no lo regañaría tanto.

--- ¿Toco?

El hombre negó con la cabeza antes de guardar la espada, cambiándolo por una larga placa de jade blanco que de inmediato capturó la inocente atención.

Mientras el niño exploraba el grabado complejo en ella y experimentaba con la suave superficie, el jade miró al hombre que no se había movido más que para amedrentar al joven Jin Ling. La sonrisa de Lan XiChen cambió a algo malicioso y frío.

--- ¿Por qué esa expresión, líder Jiang? --- girando la placa para mostrar el segundo grabado en ella y mantener al niño ajeno al intercambio, ladeó la cabeza, su sonrisa ampliándose --- ¿También cree que lastimaré a los hijos de la familia Jin?

Aquel rostro franco solo se distorsionó con un gesto mezquino, la voz tampoco fue amable.

--- Su sonrisa es nauseabunda.

Jiang Cheng no disfrazó cuanto odiaba esa expresión que disfrazaba lo alterado estaba el jade. Desde hace tiempo había perdido cualquier contención o temor del pálido hombre frente a él, así que no contuvo sus palabras.

--- No respondió.

--- No es necesario.

Fue solo entonces que aquella máscara de burlona afabilidad desapareció, mostrando la fría crueldad en aquellos rasgos perfectos.

A pesar de que la voz del jade había destilado burla y sarcasmo mientras hablaba con aquel hermano jurado suyo, Jiang Cheng había notado la creciente tensión en la masculina silueta.

Lo que el líder Nie no comprendía, es que este Lan XiChen ya no era un cultivador que se rigiera por la lógica o un sentido de moral. Este hombre había renunciado a cualquier cosa que le limitara.

Caprichoso y voluble, toda afrenta por sus acciones, que en su mente eran más que justificables, podía provocar una confrontación donde sería el jade quien saldría ganador.

Si Jiang Cheng no hubiera intervenido, aquel carácter vicioso del jade habría salido a la luz, arruinando todos sus esfuerzos por evitar otro baño de sangre frente a su hermana.

--- Confía en mí más de lo que yo mismo hago.

Jiang Cheng se encogió de hombros, viendo como su sobrino bostezaba adormilado mientras el jade continuaba moviendo la placa en un ritmo constante y pausado.

--- Sabe que si trata de hacerle algo a mis sobrinos, lo mataré.

Tan tajante como fue su declaración, el jade solo parpadeó. Sin ninguna de las sonrisas o comentarios que usó contra el líder Nie, en un afán de picar aquel incongruente y obtuso sentido de la justicia que guiaba las decisiones del irascible líder.

Sí, Lan XiChen había estado jugando con el líder Nie, como un gato que sabe que ganará no importa cuánto se esfuerce su presa, pero que aún quería disfrutar de la emoción de la persecución. Uno que solo esperaba la razón correcta para ir por la yugular del otro.

--- Ellos quieren quitarle su cargo de líder, solo por estar en mi compañía.

Jiang Cheng sabía de tales opiniones.

--- No es un asunto en el que puedan intervenir. --- quiso quitarle importancia, pero el jade no era una persona que se dejara disuadir con tanta facilidad.

--- No directamente, pero ellos ya tratan a Jin ZiXuan como el líder de Yunmeng. Será fácil el cambio con solo alejarlo de los eventos y reuniones, llamando a Jin ZiXuan en su lugar. --- tiró de la placa para seguir entreteniendo al niño, que molesto, la aferró con más fuerza --- Ya lo están haciendo.

Un bufido escéptico.

--- Solo están alardeando, pero aun si tratan de ignorar a la secta Jiang, nuestro territorio no lo pueden tocar. Jin ZiXuan puede ir cuantas veces quiera, si hay algo importante lo informará.

--- Confía demasiado en ello, en que no mentirá.

Jiang Cheng contuvo su gruñido de exasperación. De nuevo aquel infinito rencor contra los Jin.

Lan XiChen no había perdonado al clan Jin por lo cometido. Lo que salvaba a Jin ZiXuan era la promesa del jade a Jiang Cheng, y lo que protegía a sus sobrinos, es que el cultivador oscuro decidió, cuando los conocieron hace dos meses atrás, que ellos eran niños del clan Jiang.

<< Se parecen demasiado a su hermana. Así que son su familia, no la del líder Jin. >>

Sin embargo, parece que la idea de que Jin ZiXuan ostentara de nuevo el poder sobre una secta grande, lo alteraba. Jiang Cheng tampoco estaba de acuerdo con ser desplazado, aunque no era por Jin ZiXuan sino porque esta era su secta por derecho propio, se negaba a dejar el cargo a nadie más.

--- Gracias a cierto Lan, la secta Jin es apenas suficientemente grande para participar, no tienen la capacidad de ir contra nadie en un futuro cercano.

--- Podrían si se les unieran más sectas.

Estar de acuerdo no quería decir que necesitara aumentar la sed de sangre del otro al secundarlo, así que se guardó el comentario para sí mismo.

--- Es por eso que estamos aquí y que nos iremos al atardecer.

--- ¿Así que iré a su lado pesar de la oposición de otros?

--- Si se queda en la ciudad o en los alrededores hará lo que quiera. No puedo permitir que dañe a Jin ZiXuan en su camino de vuelta a Yunmeng.

Observándole atentamente, el jade se levantó, acunando a un Jin Ling que se había quedado dormido, sosteniendo con fuerza la placa de jade entre sus regordetas manos.

La entrada para pasar la barrera de Yunsen, había sido entregada hace tres meses atrás de manos del mismo Hanguang-jun, cuando notó la mejora en el estado de su hermano. Una ofrenda de paz y perdón que el mayor de los hermanos aceptó con humildad.

Acercándose hasta que ambos rostros estuvieron a una pulgada de distancia, el jade volvió a sonreír. Pero fue una sonrisa que Jiang Cheng jamás había visto. Afilada, con los ojos brillando de un profundo caoba con tintes rojizos apenas perceptibles.

Parecía una silenciosa promesa de violencia y venganza.

--- Me malentiende, líder Jiang. No me podría importar menos lo que ocurra con Jin ZiXuan, si gana poder o no apenas atrae mi atención. --- con su brazo libre, tomó la mano del líder Jiang, acercándola hasta que pudo rozarla contra su mandíbula. Como un felino marcando con su aroma lo que le pertenecía --- Pero me gusta la imagen del líder Jiang al frente de un gran territorio, verle de pie donde otros caen, caminar sobre la autoridad que otros crean tener. Así que no dejaré que nadie le arrebate lo que es suyo.

Desconcertado, Jiang Cheng entornó los ojos.

Es verdad que el jade se había vuelto peculiarmente posesivo y atento con él, pero lo atribuyó al sentimiento de culpa. Era la primera vez que el jade expresaba abiertamente su apego hacia él.

--- ¿Y si lo intentaran? --- tanteó.

--- Los mataría a todos.

Esta vez, la sonrisa de Lan XiChen fue tan honesta como luminosa, el sangriento voto de lealtad saliendo con una naturalidad imposible de poner en duda.

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