De Gusu a Yunmeng

--- No serán los únicos que se opongan.
Jiang Cheng dejó el paño para pulir su espada a un lado, comprobando a contraluz que no quedara una sola marca en el brillante filo. Volvió a bajarla solo para pasar el paño con una lentitud metódica, ya no porque lo necesitara, sino para asegurarse de que la espada quedara en perfecto estado.
Lan XiChen ocultó su sonrisa detrás una dulce semilla de loto, pensando en cuantas veces más el líder Jiang pasaría aquel paño sobre la ya reluciente espada.
Quizá tantas veces como él mismo se había contenido de burlarse un poco sobre ello.
--- Es verdad, pero me ha parecido una buena sugerencia.
Jiang Cheng pasó el paño con aceites en una zona particular de la punta antes de retomar su cuidadosa tarea de pulido, en absoluto consciente de la cálida mirada en él.
El líder de la secta Lan, Lan XiChen, había llegado hace unas horas para hablar sobre el asunto de uno de sus menores tratando de imitar la técnica del látigo del clan Yu y Jiang. Jiang Cheng había esperado noticias sobre el castigo del chico, pero la propuesta del Lan lo había sorprendido.
Lan XiChen comió tres semillas más antes de que el largo silencio del líder Jiang terminara con un pequeño sonido pensativo.
--- Bien, pero traiga a más discípulos usted ---Jiang Cheng por fin guardó a Sandu, tomando una semilla al sentarse frente al líder Lan --- solo cinco no serán suficientes.
--- Hablaré con ellos, veré cuantos están interesados.
Jiang Cheng levantó una ceja por la rápida aceptación, mirando al líder Lan y su eterna tranquilidad. No sabía si esa aura pacífica lo fastidiaba o solo le agotaba, pero era bastante sorprendente descubrir, después de tantos años, que en realidad se llevaban bien.
No lo fastidiaba como Wei WuXian, así que no era frecuente que su presencia le provocara distracciones a sus tareas usuales. No era tan apático como el segundo jade, así que era sencillo hablar con él.
En realidad, jamás notó que tan poco usual era el comportamiento de Zewu-jun en comparativa del resto de su secta. Ni siquiera se parecía a Lan QiRen. Jamás vio en el jade una actitud despótica o severa que reflejara los valores del tío.
Nunca conoció a QingHeng-jun, pero todos conocían los largos periodos de reclusión del anterior líder Lan, así que dudaba que se parecieran en algo... a pesar de sus palabras hace unos meses atrás, cuando pelearon en el bosque.
Solo había querido hacer enojar al líder Lan y ese había parecido el mejor argumento para lograrlo, pero Jiang Cheng conocía demasiado bien la tendencia a sobrecargarse de responsabilidades del jade, para mantener tal pensamiento.
--- Me está mirando demasiado.
Jiang Cheng bufó, desviando la mirada hacia los lotos y el amplio lago en uno de los laterales del salón principal. Las modificaciones casi habían sido terminadas y habían transformado el antes sombrío espacio en algo luminoso que su hermana habría amado.
--- Enseñaré al chico personalmente, --- dijo, evadiendo el comentario de Lan XiChen --- pero en cuanto escuche rumores o lo vea de nuevo jugando con el látigo, lo sacaré de Muelle de Loto.
El jade también miró a los pacíficos estanques, sin insistir y un tanto divertido. Hacía tiempo desde que se había acostumbrado a la forma nada sutil en que el líder Jiang contestaba solo a lo que quería, dejando cualquier tema incómodo o personal fuera de cuestión.
--- Informaré a Lan JingYi de las condiciones.
Jiang Cheng suspiró.
--- Seguro me arrepentiré --- murmuró por lo bajo, haciendo reír al jade por alguna razón que no comprendió.
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Dos meses después
--- Levanta el brazo.
Con el sudor bajando por sus sienes, Lan JingYi apretó la mandíbula para no decir algo impertinente.
Por desgracia, el líder Jiang no era alguien a quien pudieras engañar con facilidad, mucho menos cuando tenías las habilidades de Lan JingYi para disimular.
--- Si te atreves a quejarte, te pondré a entrenar con los junior.
Irritado y cansado más de lo que creía posible, Lan JingYi se rindió, enderezándose con una mueca que era más un puchero infantil que un gesto amenazante.
--- No es mi culpa, las posiciones estaban mal dibujadas en el libro.
No debo golpearlo.
Tenían la misma discusión cada vez que le enseñaba una nueva postura y el chico descubría, que no era tan sencillo como describían los pergaminos.
Controlando con mucho esfuerzo el impulso de golpear la parte posterior de la cabeza del mocoso impertinente, Jiang Cheng se colocó a lado.
--- No voy a hacerlo de nuevo, así que observa bien.
--- ¿A-Ahora? --- balbuceó Lan JingYi mientras masajeaba sus entumidos brazos --- ¡Pero es de día!
El movimiento de un látigo podía ser tan veloz que la mayoría de las ocasiones resultaría imperceptible, en especial cuando se trataba de alguien con la experiencia y habilidad del líder Jiang. Así que la mayoría del tiempo practicaban a la oscuridad de la noche, donde la estela de Zidian permitiría ver el movimiento con un poco más de claridad.
--- Si no te parece, te puedes ir.
Lan JingYi frunció los labios, reacio a darle el gusto al líder Jiang de correrlo de Yunmeng.
Agradeciendo que por fin el chico guardó silencio, Jiang Cheng saco su anillo, transformándolo en el acto.
Con un movimiento fluido de su cuerpo, hizo chasquear a Zidian para darle la inercia suficiente, hasta que la electrificada punta estaba a su espalada. Solo entonces, Jiang Cheng hizo un arco rápido y eficiente con su brazo que impulsó al látigo al frente y con tanta fuerza, que la delicada botella, en medio de dos tarros vacíos de vino, se destrozó en diminutos pedazos.
Lan JingYi solo pudo observar con la boca abierta.
El entrenamiento de ese día consistía en tirar solo los pequeños objetos marcados, sin tocar los frágiles tarros y botellas alrededor de estos. Cuando el líder Jiang lo explicó, lo creyó imposible. Pero mientras los pequeños pedazos de porcelana brillaban en el arenoso suelo del campo de entrenamiento, los dos tarros se mantenían en su sitio sin un solo rasguño.
¡Hasta el viento había movido esos tarros más de lo que hizo Zidian!
Todavía sin decir nada, Lan JingYi corrió hasta la línea de objetivos para observar con mayor detalle. Pero fuera de una leve marca, ambos jarrones estaban intactos.
--- ¡Increíble! --- apenas podía creerlo --- ¡D-de verdad no los tiró!
--- Suficiente de hablar --- a pesar de la feroz expresión, la satisfacción de Jiang Cheng por el elogio no fue del todo oculta. --- Regresa a tu lugar.
Aun asombrado, Lan JingYi regresó a su posición, su ánimo de nuevo refrescado con la expectativa de lograr lo mismo que el líder Jiang.
Tomando un profundo respiro, calmó su agitado corazón y rememoró los movimientos de Zidian y del cuerpo de Sandu ShengShou con tanto detalle como le fue posible. Pese a lo que creyó, pudo apreciar el movimiento de Zidian, la belleza del látigo reluciendo a pesar de la brillante luz del mediodía.
Tal como el líder Jiang dijo antes, Lan JingYi no estaba levantando el brazo lo suficiente, lo que le hacía arrastrar la punta del látigo, quitándole tanto fuerza, como precisión.
Estiró el brazo a la posición correcta, intentando memorizar la sensación de estiramiento para imitarla al momento de usar el látigo.
No pudo evitar una mueca cuando el músculo interno de su antebrazo se acalambró. Había creído que la fuerza en sus brazos, propia de los castigos y entrenamientos de su clan, bastarían, pero en estos meses estaba descubriendo que manejar el látigo requería mucho más que solo fuerza.
--- Usa la cadera para obligar a tu brazo a subir --- con un golpe simple, Jiang Cheng movió la pierna del chico un poco hacia atrás y obligó con su mano a que la cadera se ladeara --- De esta forma.
Lan Jingyi gimió adolorido, sus piernas temblando tanto que era ridículo.
--- Esto... duele --- se quejó.
Fue más un comentario para sí mismo, pero Jiang Cheng no era la clase de persona que tuviera el tacto de ignorarlo, en su lugar, arqueó la ceja.
--- Ni siquiera Wei Wuxian sabe cómo usar un látigo, no reniegues.
--- ¡No lo hací...ah!
Sus piernas por fin cedieron ante la presión, cortando sus palabras con un grito agudo que hizo a Jiang Cheng pasar momento difícil al tratar de mantener la expresión seria. Lan JingYi, tirado en el piso polvoriento sin la más mínima gracia, refunfuñó un poco antes de levantarse.
Pero en lugar de quejarse e irse como Jin Ling había hecho en su momento, el chico Lan solo se sacudió el polvo y retomó su postura, sus labios fruncidos con concentración, aunque sus oídos estaban al rojo vivo por la vergüenza.
--- No me quejaba --- terminó de decir con tanta dignidad como pudo reunir.
Eso casi consiguió que la burla mordaz que pugnaba en su garganta saliera, por suerte, Jiang Cheng logró contenerla, carraspeando para disimular.
Ahora comprendía la risa de Lan XiChen cuando se quejó por aceptar aquel trato.
Lan JingYi podía acabar con su paciencia a una velocidad increíble y ser tan ruidoso que era imposible pensar en cómo había sobrevivido en Yunsen por tanto tiempo. Si no fuera por el uniforme, no habría creído que era un Lan.
Le hizo preguntarse qué estaría pensando el consejo de ancianos para elegirlo como sucesor de Lan XiChen.
--- La cadera.
--- Sí, ya escuché --- refunfuñó por lo bajo, pero aun cambió la posición.
Jiang Cheng lo observó practicar una y otra vez, hasta que el sudor comenzó a bajar por un lado de la cara que seguía con aquel puchero terco.
Y aun no logró atinar a la botella blanca sin derribar las jarras a los lados. De hecho, había dado a más tarros vacíos de vino que a cualquier otra cosa.
Cuando después de dos horas esto no parecía mejorar, Jiang Cheng tuvo suficiente.
--- Detente, es todo por hoy.
Lan JingYi se encogió un poco, viendo su terrible fracaso en mejorar a pesar del tiempo que había practicado.
Hace unos meses atrás, Jin Ling había recibido un arma espiritual muy parecida a Zidian. No se transformaba en un anillo, pero el látigo espiritual era lo bastante poderoso para lucir genial en cada movimiento.
Como era usual, la joven ama había usado la primer oportunidad para alardear del regalo de su tío, provocando a Lan JingYi hasta que este no se pudo contener.
<<-- Cualquiera podría hacerlo mejor que tú.>>
Las palabras habían dado lugar a una confrontación hasta que, en un arranque de competitividad, Jin Ling le había dado el arma, retándolo a romper una gruesa rama de roble en menos de cinco golpes.
El problema no fue la ridícula competencia, sino que Lan JingYi, quien había visto al líder Jiang usar a Zidian en numerosas ocasiones, trató de imitar los movimientos, teniendo éxito en uno de ellos... y justo cuando el líder Jiang los descubrió.
Resulta que el arma activaba una especie de alerta cuando era usada, advirtiendo a Jiang Cheng de que su sobrino podría estar en peligro. Así que obviamente, les había encontrado en poco tiempo y en el peor de los escenarios usando, el arma solo como medio de competencia.
Les habían dado un sermón interminable después de ello y lo peor llegó cuando volvió a Yunsen. Lan JingYi tuvo que quedarse en reclusión por una semana, reflexionando en sus acciones, haciendo planas y parados de manos durante todo el tiempo que no estuviera durmiendo, meditando o comiendo.
No comprendió la gravedad del asunto hasta poco después de salir.
Al parecer, ya que Zewu-jun no parecía que fuera a casarse o tener un hijo pronto, el liderazgo de la secta era algo que estaba en el aire. Hubo varios candidatos, pero al final había sido Lan JingYi el seleccionado para dicho papel.
No estuvo de acuerdo, Lan JingYi habría votado por alguien como Lan Yuan, su carácter calmado mucho más afín a la secta.
Pero Lan Sizhui no era un Lan.
Es verdad que era el protegido de Hanguang-jun y uno de los mejores discípulos de su edad, pero Lan SiZhui había sido adoptado por la secta, su línea de sangre no pertenecía al clan... la de Lan JingYi sí, sus padres parte de una línea secundaria de los Lan.
Así que con JingYi apenas siendo informado de la decisión de los ancianos y con Jin Ling todavía dependiendo de su tío para dirigir su propia secta, su escaramuza había sido en realidad un confrontamiento entre dos futuros líderes de secta.
<<-- Es importante que los demás vean que solo fue un pequeño malentendido. Que la secta Lan y Jiang no están enemistadas >>
Zewu-jun había tomado su tutela para enseñarle sobre lo que sería su deber cuando cumpliera la edad adecuada, así que Lan JingYi se había sentido aliviado de tener a alguien que le guiara en un papel que no estaba seguro de poder cumplir.
Hasta que le ofrecieron aprender la técnica del látigo espiritual del clan Yu.
Según las palabras de Zewu-jun, aprender dicha técnica señalaría la confianza entre dos de las tres sectas más importantes del mundo de la cultivación. Después de todo, las técnicas de cada secta eran tan valiosas como secretas.
Estaba emocionado.
Por supuesto que estaba emocionado.
Ni siquiera Jin Ling conocía la técnica de exorcismo del clan Yu, exclusiva para los herederos de la secta y para la progenie de la rama principal, en este caso, los futuros hijos de Jiang WanYin. Jin Ling solo sabía lo necesario para usar a Zidian en caso de que no hubiera alguien más para heredar el anillo, así que por supuesto que JingYi estaba más que dispuesto a intentarlo.
... pero nunca imaginó que sería tan difícil o que le tocaría entrenar cada día con un hombre que no le agradaba.
El líder Jiang era una persona tan irascible, tan irracional y era tan abierto en su hostilidad hacia el señor Wei, que obviamente Lan Jingyi no sentía aprecio por este.
Pero estaba aquí por petición de Zewu-jun, él mismo sería el líder de la secta algún día.
¡No quería fallar ante una persona que despreciaba tanto! ¿y si después se burlaba del señor Wei, de Hanguang-jun o peor, de Zewu-jun, por elegirlo a él como futuro líder?
¡Peor, podía estarlo comparando con su sobrino, decidiendo que no valía la pena enseñarle!
Había querido ignorar esos pensamientos, pero ahora, mientras veía el gesto de desprecio en el líder Jiang, ya no pudo ignorarlos. Determinado, levantó el látigo de nuevo... solo para golpear la estrecha banca y tirar todo sobre ella.
--- Te dije que era suficiente.
--- Puedo --- Lan JingYi sostuvo el látigo con fuerza, su orgullo herido como nunca antes --- puedo hacerlo mejor.
Pero el líder Jiang no lo estaba escuchando mientras se giraba para mirar a Jiang Zhao, su segundo al mando y el mismo que siempre daba a JingYi semillas frescas de loto, cuando creía que nadie estaba cerca.
--- Líder Jiang --- lo intentó de nuevo, negándose a quedar en ridículo ante este hombre --- dije que puedo continuar.
--- Y yo dije que es todo por hoy. Ahora vete, estoy ocupado.
Decepcionado y furioso, dejó el látigo en el suelo y se paró frente al líder Jiang, negándose a dejarse intimidar por aquella expresión oscura en el cultivador.
Habían estado entrenado por dos meses completos, tiempo suficiente para saber que, a pesar de los rumores, este hombre no lo lastimaría... aunque amenazara con ello cada dos minutos.
--- No me iré hasta que me diga qué hice mal.
Aquellos ojos helados se entornaron y el ceño se frunció.
--- Aléjate, niño, antes de que rompa tus piernas.
Pero la amenaza fue tan fructífera como su mirada amenazante. En lugar de apartarse, Lan JingYi retrocedió dos pasos hasta que logró tocar cada lado de la salida, bloqueando la puerta como mejor pudo.
--- Quiero saber.
Jiang Cheng gruñó molesto, Zidian comenzando a tronar con diminutos chasquidos.
--- Muévete.
--- No.
Jiang Zhao trató de intervenir, conociendo el carácter de su líder y su casi inexistente paciencia. La única persona que podía contradecir al líder Jiang, era el joven A-Ling y Zewu-jun.
Este chico podía ser protegido del líder Lan, pero Jiang Zhao dudaba mucho que eso detuviera a su propio líder si esto continuaba.
--- Joven Lan, el líder tiene asuntos importantes que atender.
Pero todo lo que obtuvo fue un par de labios apretados en un gesto lleno de terquedad y una mirada que no se apartó del líder de secta.
--- Joven Lan...
--- Dijo que me entrenaría, pero nunca me dice en qué estoy mal --- explotó Lan JingYi.
Jamás se arrepintió tanto de aceptar este estúpido acuerdo, como ahora. Estaba tan cansado cada día que su cuerpo entero dolía, siempre había demasiado ruido para dormir bien, la comida lastimaba su estómago y no importaba cuanto se esforzara, este hombre solo lo miraba con eterna desaprobación ¡Estaba cansado de esto!
--- Me deja hacerlo una y otra vez hasta que se cansa y se va. Día tras día, solo me hace observar lo bien que maneja el látigo ¡pero cuando quiero aprender, se distrae o me pone a leer esos pergaminos que no entiendo! ¡Hanguang-jun y el señor Wei son mejores que usted enseñando! ¡Ellos al menos me dicen cómo mejorar..!
Sus palabras se cortaron cuando el líder Jiang, más enojado de lo que creía posible, lo tomó de la solapa de su túnica, jalándolo hasta que se enfrentaron cara a cara, tan cerca que Lan JingYi pudo ver con claridad cuan atemorizante podía ser este hombre.
Pero a pesar de que sus ojos lagrimearon un poco, apretó los labios en una fina línea y mantuvo el cruce de miradas, negándose a ceder.
--- Tú, mocoso malcriado.
Jiang Cheng estaba por darle la lección de su vida al junior impertinente... cuando lo vio, aquel brillo de enojo y frustración, las manos temblorosas y los ojos brillantes llenos de decepción y expectativa por igual. Como esperando algo que sabía que nunca iba a llegar.
Era una mirada tan familiar que algo dentro suyo punzó con dolor.
Reconocía esa expresión porque la vio reflejada un millón de veces en los lagos. Nunca importó cuan largas fueran las lecciones o las horas de estudio, al final era superado por Wei WuXian, y después de cada derrota, recibía un largo sermón de su madre de cómo la decepcionaba en cada ocasión. Era la misma expresión que lavó de su cara durante toda su juventud.
El recordatorio no fue bien recibido, el remordimiento y una culpa que jamás admitiría en voz alta, lo hicieron enojar más.
Mordiendo entre dientes una maldición, soltó al niño Lan y se dirigió a su segundo.
--- Trae el otro látigo.
Jiang Zhao titubeó un poco. Era un arma que el líder Jiang había ordenado hacer cuando el chico Lan llegó, pero se suponía que se la daría al joven hasta que mejorara su técnica.
Se movilizó cuando su líder le dio aquella mirada que gritaban las pocas ganas que tenía de repetir la orden.
--- S-sí, líder de secta.
--- Y tú --- Jiang Cheng comenzó a caminar para no tener que ver el sobresalto asustado del chico --- mejor no te quejes después o te romperé más que solo las piernas.
Cuando vio que el chico solo lo miraba, volvió sobre sus pasos y lo tomó del hombro de la túnica, arrastrándolo a lo largo del campo de entrenamiento, donde los discípulos lo miraron con diferentes expresiones de indignación, sorpresa y desconcierto.
Los ignoró a todos hasta llegar a la pagoda privada detrás del edificio principal.
Lan JingYi observó los largos muelles que llegaban hasta una sencilla construcción justo a la mitad del lago, el paisaje era increíble, pero a pesar de la cantidad de lotos y lirios en el agua, no había nadie en el lugar cosechándolos.
No había dicho nada porque pensó que sería azotado y luego devuelto a su secta, pero en su lugar el líder Jiang lo había traído a donde fuera que estuvieran ahora, con nadie más que ellos cerca.
No sabía qué hacer.
--- ¿Qué..?
--- Quítate la ropa.
--- ¿C-cómo?
Jiang Cheng ya no tenía paciencia para simular o contener su forma de hablar, así que miró al chico como si fuera un desagradable trozo de lodo pegado a su zapato.
--- Esas túnicas deben ser muy abrigadoras en Gusu, pero esto es Yunmeng, esa ropa solo estorbará. Descubre tu torso y monta sobre tu espada.
Jiang Cheng se giró cuando su segundo llegó con una caja llena de tarros vacíos y otros objetos sin valor. Jiang Zhao puso todo en una pequeña balsa y subiendo a ella, se alejó de los muelles.
Jiang Cheng se giró listo para guiar al mocoso, pero Lan JingYi aun no se había movido, demasiado avergonzado y atónito para obedecer.
Chasqueando los dientes, Jiang Cheng sacó a Sandu.
--- Querías aprender, ¿no? --- un titubeante asentimiento que aun logró mostrar cuan ofendido se sentía el chico --- pues entonces has lo que te digo o lárgate.
No esperó respuesta, se montó en Sandu y voló hasta quedar suspendido a un par de metros por encima del cristalino lago. La brisa fresca y la espléndida vista aliviando un poco el desazón de las palabras del niño Lan.
Casi muestra su aprobación cuando escuchó como una segunda espada cortó el aire a su espalda.
--- Apártate en esa dirección --- señaló un punto cerca del bote.
El chico Lan obedeció con un poco de lentitud, como si aún no estuviera seguro si esto era una prueba o solo una treta para humillarlo. Jiang Cheng arqueó una ceja cuando vio que no se había quitado nada de la blanca túnica, pero no dijo nada.
Ya aprendería.
--- ¡Jiang Zhao!
Su segundo lanzó un grueso brazalete al aire en dirección al mocoso. Lan JingYi lo atrapó por instinto, pero cuando lo vio más de cerca se dio cuenta de que se trataba de un protector de brazo, grueso y de intricados patrones que a primera vista simulaban delgadas serpientes, pero que cuando lo acercó, notó que en realidad eran las delgadas y fuertes raíces de un lirio acuático.
--- ¿Te lo pondrás o esperarás todo el día a que alguien lo haga por ti?
Con un sobresalto, Lan JingYi miró a un furioso Sandu ShengShou antes de levantar su manga, abrochando torpemente cada sección hasta conseguir el ajuste adecuado. El brillante color azul profundo y ribetes violetas contrastaron contra el blanco de sus ropas, pero aun lucía tan imponente que se emocionó.
--- Concentra tu energía en el brazalete como si fuera tu espada y prepárate.
Todavía sin comprender nada, Lan JingYi hizo como se le dijo... observando asombrado el largo látigo que se extendió desde el protector hasta su palma, el peso sólido contra ella. Brillando con ribetes plateados y un leve toque verde esmeralda que no había imaginado, el largo látigo parecía tan real que le hacía complicado recordar que su forma original era la de un protector de brazo.
El sonido del chasquear de la electricidad y algo cortando el aire en su dirección le hizo reaccionar.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡!!!!!!!!!!!
Con un grito ahogado, Lan JingYi apenas logró esquivar el objeto que iba directo hacia su cara, sintiéndose ofendido por el ataque inesperado.
--- ¡¿Trata de matarme?!
Jiang Cheng levantó una ceja, interrogante y en absoluto arrepentido.
--- Ningún fantasma o demonio te avisará antes de atacar, ¿por qué debería hacerlo yo?
Jiang Zhao, debajo de ellos, comprendió la señal de su líder y arrojó otro plato al aire, viendo como era sostenido por Zidian antes de ser arrojado a una velocidad increíble hacía el pobre chico Lan.
Se sintió mal por él.
Cuando su líder se enojaba, podía ser muy mezquino, justo como ahora, gritando al chico sobre usar alguna postura con el látigo para romper los objetos que le lanzaba.
Para controlar el látigo espiritual, el cultivador debía tener un gran control de su cultivo, en especial si se requería manejar el vuelo de la espada al mismo tiempo. Quedó demostrada su dificultad cuando el chico, no solo no logró dar al objeto, sino que el tratar de controlar la fuerza del látigo, le hizo perder su control sobre la espada.
¡!
Impacto directo contra la cristalina superficie, cortando el grito de golpe.
Jiang Zhao ayudó al chico a salir del agua, sus ropas empapadas no eran nada en comparación a la expresión indignada y ofendida del joven rostro.
--- Quiere matarme.
Jiang Zhao soltó una risa amable ante el enojado comentario.
--- La cantidad de cultivo que inyecta al látigo determinara su flexibilidad y su extensión --- miró al enojado líder que aun los observaba desde lo alto --- use menos cultivo para controlarlo mejor y trate de recordar sus lecciones anteriores. Su cuerpo sabe qué hacer, solo debe permitirle guiarlo.
Mirando la expresión amable y un tanto risueña, Lan JingYi hizo una mueca. El agua escurrió de su cinta de la frente.
--- ¿No quieres ser mi maestro?
--- ¡¿Que estás esperando?! Querías entrenar, así que muévete.
--- ¡Ya voy!
Refunfuñando, Lan JingYi subió a su espada, preguntándose cuanto tiempo duraría el enojo en el líder Jiang.
Considerando su mueca, seguro que toda la vida. Ese hombre parecía enojado desde el nacimiento.
--- No necesita gritar.
--- Levanta bien el brazo y disminuye el cultivo que usas para el látigo --- Jiang Cheng miró el arma con ojo crítico --- más, aun es demasiado largo. --- esperó, cruzando los brazos hasta que la platinada extensión adquirió el tamaño adecuado. --- colócate en el lugar anterior.
--- Es muy difícil si los lanza con tanta fuerza.
Cansado, Lan JingYi también renunció a contenerse, enfadado y temeroso del final del día. Si el líder se decidía a expulsarlo de Yunmeng, al menos lo haría por las razones adecuadas.
--- Puedes irte cuando quieras.
--- ¡No me iré!
--- Entonces cállate y has lo que dije.
Refunfuñando, Lan JingYi se colocó y esperó, tratando de mantener parte de su concentración en la espada que le sostenía en el aire.
Un plato.
Un trozo irreconocible de madera.
Varios jarrones y vasos viejos o fracturados.
Continuaron hasta que la caja comenzó a vaciarse, la cantidad de objetivos que Lan JingYi logró derribar fueron mayores que en el campo de entrenamiento, aunque nada comparado a la cantidad de veces que cayó al lago.
Tantas que al final se quitó la parte superior de las túnicas, el peso de la mojada tela entorpeciendo sus movimientos. Tantas que subir a su espada era cada vez más difícil, no hablar de llegar hasta donde un enojado líder le esperaba.
Tantas, que cuando por fin bajaron a la tranquila pagoda, Lan JingYi se quedó dormido a la mitad un bocado de su comida, pasándosela en algún momento no discernible pero en definitiva inconsciente.
Xue Liang tapó con una manta al dormido chico, asegurándose de secar el cabello con toques delicados para no despertarlo. Jiang Cheng llegó justo cuando la cultivadora se preparaba para retirar los platos de comida.
--- Le diré a Luo Shen que lo lleve a su habitación --- fue todo lo que dijo su líder mientras le quitaba la bandeja para llevarla él mismo.
El segundo embarazo de Xue Liang era delicado si bien su vientre aun no estaba lo bastante grande para discernirse, así que todos, incluido el líder, tendían a sobreprotegerla. Aunque solía quejarse y regañarlos, esta vez lo permitió.
El líder Jiang parecía distinto, pensativo y más relajado que esta mañana.
Xue Liang tapó con una manta ligera al chico, mirándolo un poco antes de seguir a Jiang WanYin en dirección a las cocinas. Su líder parecía reticente a dejar que el niño Lan formara una parte integral de la secta y Xue Liang estaba de acuerdo.
Sin embargo, se esforzaba en recordarle a su líder el ser paciente con el chico. No se lo dijo, pero podía ser él lo que suavizara el corazón de su líder, uno que parecía hacerse más y más frío conforme el tiempo pasaba.
Estar con el chico Lan hacía de su líder alguien un poco más abierto con sus emociones... pero el chico no tenía porque sufrir en exceso.
Ocultando la astucia de su mirada, Xue Liang se acarició el vientre en un gesto ausente mientras hablaba.
--- Ese chico ha caído rendido, no ha ni terminado su comida antes de dormirse contra la mesa.
--- Se lo merece.
La seca respuesta le hizo reír, los rumores de que Lan JingYi había sacado de sus casillas a su líder se habían esparcido a gran velocidad.
--- Tal vez, pero al menos esta vez dormirá bien. Con lo cansado que ha quedado no lo molestarán.
Jiang Cheng dejó el plato en la zona de lavado para mirar desconcertado a su cultivadora. La mujer estaba limpiando algunas vainas de loto, sentada frente a la amplia mesa en las cocinas.
--- ¿Qué quieres decir?
--- Bueno, el chico viene de las silenciosas montañas de Yunsen, es obvio que el ruidoso ambiente de Yunmeng podría ser demasiado para él --- Xue Liang fingió no notar la calma anormal en su líder, hablando con un tono casual y ligero --- por supuesto, no ayuda la forma brusca de bromear que tienen los jóvenes. Aunque el joven Lan ha sido rápido para evitar los problemas, no se puede hacer nada en medio de la noche, en un lugar al que no perteneces.
Jiang Cheng frunció el ceño. Bien, olvidó considerar las peculiaridades de los jóvenes del clan Lan, pero les había dado una zona completa para usar de dormitorios...
A todos menos a Lan JingYi, quien, por su exclusivo entrenamiento, dormía cerca del edificio principal para estar a tiempo en el campo de entrenamiento privado.
Presionó el puente de su nariz, reprochándose mentalmente por su notable descuido.
Ya le había parecido extraño el arranque emocional del chico. Nadie tendría el mejor humor si las pocas horas de sueño que le concedían, fueran constantemente interrumpidas.
--- ¿Por qué nadie me informó?
--- Vamos, vamos, líder de secta, son solo jóvenes haciendo lo que mejor saben. Si le molestáramos con cada pelea entre los junior, jamás los sacaría de su oficina.
--- Líder de secta.
Luo Shen miró desconcertado entre una feliz Xue Liang que tarareaba por lo bajo mientras pelaba semillas de loto y su líder de secta, que parecía a punto de golpear algo.
¿Acaso al líder de secta no le gustaba la voz de Xue Liang?
No era la más afinada, pero no era desagradable en lo absoluto.
--- ¿Algo más que agregar que no sepa?
--- Bueno, no mucho. Aunque un juego nuevo de túnicas y un espacio silencioso donde el chico pueda estudiar pueden ser de gran ayuda.
--- Oh, ¿hablan del chico Lan? --- Luo Shen tomó un par de semillas, comiendo una y alejándose antes de que Xue Liang le regañara --- Es bueno con la espada, pero sus habilidades para nadar son terribles.
Jiang Cheng gruñó.
No pensaría en el entrenamiento de hoy.
--- No sabe nadar --- repitió con hastío.
Luo Shen soltó una risa mientras negaba con la cabeza.
--- Solo lo suficiente para no morir, pero hasta mi hijo lo hace mejor que él.
Luo Shen no comprendió las sombras en el rostro del líder Jiang, pero a la mañana siguiente, Lan JingYi despertó en una habitación distinta, con todas sus pertenecías colocadas con esmero y cuidado en un cuarto tan iluminado, como grande y silencioso.
Ya no fue reprendido por comer en la cocina junto a Xue Liang, ni tampoco tuvo que apresurarse para que nadie notara que su plato estaba lleno de verduras de sabores suaves y agradables, no más de aquella comida picante que le había enfermado del estómago tan frecuentemente.
Tampoco tuvo que ir a la pequeña biblioteca de Yunmeng y soportar las burlas o travesuras de los otros discípulos, en su lugar, fue llevado hasta el estudio principal, donde cerca del escritorio del líder Jiang, una gran mesa había sido colocada, detrás de uno de los grandes ventanales de la habitación. Ya no más mesas pequeñas y en esquinas oscuras.
--- ¿Líder Jiang?
Lan JingYi se preguntó si habría muerto en el entrenamiento y llegado a una realidad distinta.
--- Cállate --- Jiang Cheng se sentó en su propio escritorio con aquel gesto hosco que convenció a Lan JingYi de que esta era la realidad. Nadie más podría tener tal gesto de amargura. --- comienzas lecciones con Luo Shen desde esta mañana, te espera cerca del lago. Ahora lárgate antes de que rompa tus piernas.
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<< --- Espero que el líder Jiang no se sienta forzado a esto.
Jiang Cheng negó con la cabeza en un gesto sutil.
--- La secta Lan se ha mostrado como un gran apoyo para mi propia secta. Enseñarle al próximo líder será nuestra retribución.
Lan QiRen guardó silencio por un largo rato antes de dar un profundo respiro. No fue sino hasta que estaban a la entrada del Receso de las nubes, que volvió a hablar.
--- Líder Jiang, no solo le estoy confiando la seguridad de un miembro de mi clan y futuro líder de la secta, la reputación de mi sobrino mayor también está en juego. Los problemas en su secta siguen creciendo y ellos van con demasiada frecuencia a Yunmeng.
Jiang Cheng miró a los ojos del mayor, viendo la preocupación a pesar de la severidad de la expresión. Era consciente de que si los problemas entre su secta hacía que este acuerdo resultara ser un motivo de discusión o conflicto, toda la responsabilidad caería sobre Zewu-jun por ser él quien propusiera los entrenamientos conjuntos. Después de lo ocurrido en el pasado, un nuevo error de tal magnitud haría que el jade perdiera toda credibilidad y respeto entre las sectas.
Si Zewu-jun o Lan JingYi enfermaban o terminaban envueltos en alguno de los conflictos que parecían no terminar, sería culpa de Jiang Cheng, pero el mundo solo juzgaría a los Lan.
Así que con todo el respeto que el mayor merecía, le dio una profunda reverencia, comprendiendo lo importante que era para Lan QiRen el proteger a su clan y familia.
--- Protegeré la seguridad de Lan JingYi mientas resida en la secta Jiang, --- se enderezó para que el mayor pudiera ver la sinceridad de sus palabras --- prometo que no tendrá que preocuparse por él o por Zewu-jun, volverán a Yunsen a salvo. Protegeré a ambos.>>
Fue una promesa, que Jiang Cheng nunca pudo cumplir.