XXIV Alfil a Dama negra pt. 2

"Como aquel que busca respuestas, camino con los ojos cerrados. Como aquel que encuentra la verdad, camino con el alma rota "A. B. Rémeny
Jiang Cheng tomó un profundo aliento antes de comenzar, su voz tirante, reticente.
--- Sobre el ataque... fue una imitación de lo que BaiHe había planeado, una forma de decirle que alguien conocía sus planes --- comenzó, sintiéndose tan incapaz como el jade de mirar el rostro del otro. No pensó que tendría que justificar sus acciones tan pronto, pero era lo justo. --- Salió mal y el daño fue mayor a lo que había planeado. Cuando desperté, supuse que Hong BaiHe intentarían atacarme o plantar pistas falsas. Salí para distraerla, de hacerla de mí su nuevo objetivo y obligarla a cambiar de estrategia, ganar tiempo para recuperarme.
Los hombros de Yun LanHuan perdieron la tensión de la que no había sido consciente. Se sintió aliviado. El erudito en realidad le estaba dando respuestas.
--- Es la razón por la que inventó un atacante anónimo cuando habló en la corte.
Jiang Cheng se encogió de hombros. Estaba de más recordarle que él también había planeado usarle, eso había quedado más que claro aquella noche del enfrentamiento.
--- Como dije, el propósito era ganar tiempo.
Las mujeres volvieron a reír con fuerza, mirando en su dirección y murmurando sin parar. Ambos las ignoraron mientras uno de los meseros retiraba la comida y les servía un poco de té.
--- ¿Y el incidente con el erudito Wen Ning? --- preguntó LanHuan cuando el mesero se fue.
Jiang Cheng torció la boca cuando le escuchó mencionar a Wen Ning y los dolorosos recuerdos que ese tema en particular traía consigo.
--- Uno de los métodos favoritos de Hong BaiHe, es el uso de venenos En especial aquellos cuyo uso también es medicinal. --- no pudo disfrazar del todo la amargura que teñía su voz --- Intentó usar uno en mi finca hace tiempo atrás. El erudito estaba ayudándome a encontrar un antídoto en caso de no haber logrado evitar que alguien lo consumiera. --- uno de los dedos de Jiang Cheng comenzó a golpear la mesa con un ritmo constante e inconsciente, su agitación tan grande que se reflejó en ese gesto --- Hong BaiHe debió notar sus visitas a la finca y decidió inculparle.
--- ¿Sabe que está buscando un antídoto?
Jiang Cheng hizo un gesto despectivo.
--- Para nada. Debe pensar que aprecio a Wen Ning, así que lo hace para acorralarme, cree que es divertido.
Yun LanHuan se sorprendió.
Para alguien que prefería pensar bien de las personas, era difícil conciliar que la joven que él había visto, fuera como describía el erudito. Cruel donde él había visto vulnerabilidad, manipuladora donde había visto inocencia.
Fue en ese segundo que Yun LanHuan notó algo peculiar en las palabras del erudito.
Dijo que el uso de venenos era algo que esperaba de la noble Hong, pero Yun LanHuan también recordaba que antes él admitió haber tomado veneno por su propia voluntad.
Mantuvo el pensamiento hasta que dio con una posible respuesta.
--- Inmunidad --- murmuró sin notarlo.
Jiang Cheng lo miró por primera vez desde que comenzaron con las preguntas complicadas.
--- ¿Cómo?
El jade estaba serio, pensativo mientras observaba a la familia cerca de ellos, los dos niños queriendo comer el mismo bollo mientras los padres conversaban sobre algo.
El emperador regreso su atención a él, la sensación familiar y cómoda cuando cruzaron sus ojos.
Hacía tanto desde aquellas conversaciones con el jade. La costumbre de antaño hizo más fácil a Jiang Cheng continuar con una conversación que habría dado lo que fuera por evitar.
--- ¿Buscó tomar veneno para generar inmunidad?
Parpadeando, asintió.
--- No se supone que fuera notado, mis sirvientes fueron descuidados con el medicamento que reducía los síntomas. --- algo que todavía lo ponía de mal humor cuando lo recordaba.
Una leve sonrisa de disculpa por parte del emperador.
--- Supongo entonces que también eso lo malinterpreté.
Un leve bufido.
Jiang Cheng no necesitaba ninguna disculpa por lo que él mismo había provocado. En realidad estaba aliviado de que el jade fuera más amable de lo que él mismo hubiera sido de estar en su lugar.
Aunque no era algo que admitiría alguna vez.
--- ¿Y quién no lo habría hecho? ---Jiang Cheng dejó el dinero sobre la mesa en un gesto vago. Con una pequeña sonrisa y asentimiento, Yun LanHuan aceptó la amabilidad del erudito de no hacer hincapié en sus acciones erradas. Al final, ambos eran responsables del caos actual. --- Es verdad que investigaba sobre el imperio. No conocía nada del lugar, así que busqué información de su economía y geografía, incluso de su historia, lo que sea que me ayudara a descubrir que sería lo siguiente que Hong BaiHe planea hacer. No funcionó, así que también busqué gente que estuviera conectada a ella.
--- ¿Descubrió algo?
Jiang Cheng asintió con tanta tensión que de inmediato, Yun LanHuan supo que no debieron ser buenas noticias.
--- Hong BaiHe planea culpar a los sirvientes y comerciantes de intentar atacarle. La gente de la capital le aprecia como gobernante, así que usará personas que vienen o tienen familia fuera del imperio para hacerle ver como un tirano que ejecuta inocentes. Seguro ya tiene testigos que la apoyan.
El jade apenas tardó en responder.
--- Necesitarán algo que los incrimine, las palabras no serán suficientes para convencer a muchos.
A Jiang Cheng no se le escapó la ironía del jade preguntando exactamente lo mismo que él.
--- Parece que ha tomado objetos y pertenencias de estas personas cuando estuvo dentro del palacio, no sé lo que sea, pero debe ser suficiente para dar fuerza a las acusaciones --- El rostro de Jiang Cheng se oscureció con ira contenida. De nuevo su enemiga estaba intentando acorralarlos hacia un baño de sangre --- Cuando la tensión esté en su límite, incitará un levantamiento contra la familia imperial y la corte. Sé que ha estado trayendo de forma ilegal a personas del norte, junto con armas y provisiones para una larga guerra. Está más que preparada para el conflicto.
Yun LanHuan se quedó en silencio, absorbiendo la información con una calma poco natural. Jamás esperó que tal conspiración se estuviera llevando a cabo, mucho menos dentro del palacio principal.
Sabía que el erudito no mentía. No, esto era demasiado grande para arriesgarse a mentir al respecto.
Lo más doloroso era dar cuenta de que si esto era tan verdadero como sonaba, Yun LanHuan jamás lo habría notado hasta que fuera demasiado tarde.
¿Qué hubiera hecho el erudito si él no hubiera decidido apoyarlo? No podía ser solucionado por un noble de otra corte, menos aún si este fuera expulsado del imperio donde la batalla estallaría.
Suspiró de nuevo cuando el peso del conocimiento aumentó su arrepentimiento.
Era irracional, sabía eso, el erudito y él no confiaban lo suficiente en el otro para hablar de algo tan delicado, no era culpa de ninguno de los dos... pero la lógica difícilmente podía pelear contra la dolorosa punzada en su pecho.
Inconsciente del impacto que sus palabras habían causado, Jiang Cheng continuó.
--- Ya me he encargado de retrasar la entrada de soldados y armas. Pero si pudiéramos encontrar a los sirvientes que busca implicar, los objetos que se perdieron o si se cambiara a los sirvientes por residentes de la capital, podríamos evitar el conflicto.
Yun LanHuan negó con la cabeza, interrumpiendo las palabras del erudito.
--- No podemos cambiar a los sirvientes, su lugar de procedencia es un símbolo de tolerancia dentro del imperio, una forma de decir que todo aquel que llegue a la capital será bienvenido y tratado como un ciudadano del imperio Yun. --- LanHuan frunció un poco el ceño mientras pensaba --- Sacarlos del palacio podía ser visto como un gesto hostil y no los hará menos culpables si se les acusa, además, muchos de ellos reciben sobornos de funcionarios, nobles y ministros, incluso de otros sirvientes. Si se les pide que revisen si algo falta...
Jiang Cheng gruñó cuando lo entendió, presionando el puente de su nariz con frustración.
--- No dirán nada y de hacerlo sería admitir que han recibido dichos sobornos.
--- En efecto.
Bien, eso les dejaba sin posibilidades, pensó Jiang Cheng.
Se levantaron de sus asientos cuando la pequeña familia también se retiraba, usándolos como distracción en caso de que alguien preguntara por su presencia en el lugar. Saliendo delante de la familia y dirigiéndose en dirección contraria, calle abajo, caminaron lado a lado hacia la calle principal.
Había pasado demasiado tiempo y el jade debía regresar al palacio, Jiang Cheng y varios de los sirvientes lo llevarían hasta la zona más concurrida para distraer a los espías de Hong BaiHe y así, permitirle regresar sin que nadie lo notara. Era una fortuna saber que el emperador solía salir del palacio cada cierto tiempo para observar la capital como un civil, que estaba acostumbrado a pasar desapercibido. De otra manera, Jiang Cheng jamás se habría arriesgado a citarle en un lugar público.
... aunque hubiera agradecido que la carta con dicha información, enviada por Hanguang-jun, llegara antes.
--- Existe otro problema.
Jiang Cheng gruñó por lo bajo. Por supuesto que existía. A este punto, debería estar más que habituado a lidiar con complicaciones y molestias inesperadas.
--- ¿Qué es?
--- No importa si descubrimos la identidad de los sirvientes que busca implicar, si las pruebas son lo bastante concluyentes para convencer a la corte, no me dejará más opción que ceder y sentenciarles.
¿Sin opción? ¡Pero era un emperador, su decisión estaba por encima de..!
Maldito sea todo.
Su propia línea de pensamiento le dio la respuesta antes de intentar vocalizar su duda.
Si el jade pasaba por encima de la autoridad de la corte, si se negaba a sentenciarles a pesar de las objeciones, todavía terminaría luciendo como un tirano que no escuchaba a nadie más que a sí mismo.
Y sería presionado a ceder, Jiang Cheng no dudaba que varios funcionarios ya estarían siendo sobornados o extorsionados para dar su voto a favor de la ejecución cuando todo estallara, Hong BaiHe no era tan tonta para dejar las cosas al azar, menos aun cuando se trataba de un emperador tan apreciado como era el jade.
Se frotó las sienes con una maldición susurrada, su arranque de mal humor aliviando un poco la tensión de LanHuan.
Por primera vez, el emperador sentía que podía ver al erudito real, aquel del que solo tuvo atisbos, sin esa máscara de vulnerabilidad o indiferencia que no encajaba con el joven noble.
--- Así que en realidad, no hay nada que pueda hacer. --- dijo el erudito con ira.
Yun LanHuan negó sus palabras, deteniéndose justo antes de llegar a la calle principal, donde el flujo de gente ya era constante pese a la hora temprana del día.
--- Lo hay, pero debo revisar alguna información antes de asegurarlo. Le diré esta noche.
Eso detuvo a Jiang Cheng.
--- ¿Esta noche?
Yun LanHuan sonrió y pese a que tenía el rostro cubierto casi en su totalidad, Jiang Cheng todavía pudo notarlo.
--- Por supuesto. Había varias personas presentes cuando le invite al festival de invierno, que comienza esta noche. Nadie se sorprendería de verme a su lado.
Sin esperar respuesta, el emperador se fue, perdiéndose entre la gente con notable habilidad. Al menos dos siluetas más, usando una capa del mismo color, siguieron al jade para asegurarse de que nadie siguiera al emperador en su camino de regreso.
Mientras tanto, Jiang Cheng seguía de pie donde el otro le dejó.
Había olvidado por completo, después de toda esta semana tan caótica, que había aceptado la invitación del jade al festival. Con la cantidad de testigos en la sala ese día, seguro que ya media ciudad sabía que ambos asistirían.
Eso explicaba que el emperador accediera a verle tan temprano pese a las constantes reuniones que solía tener. Con el festival a solo unas horas de comenzar, no había reuniones de ningún tipo y acorde a lo que sabía Jiang Cheng sobre esta celebración, el emperador solo debía asistir unas horas antes de poder retirarse.* El ruido y las distractores del festival les permitirían seguir conversando sin temor a ser escuchados por otros.
Una risa llena de ironía escapó de sus labios.
Siempre era divertido cuánto le sorprendía lo astuto que podía ser el jade.
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Últimas horas de la tarde
Las brillantes farolas adornaban cada calle, los lazos rojos y las tintineantes campanillas atraían la mirada y llenaban el lugar de un resplandor dulce y cálido.
Amontonados en la calle principal, la gente esperaba el paso de los carros exuberantes de las puertas del palacio que se mantenían cerradas. Aquellos afortunados cuyos puestos y tiendas daban una buena vista, subían a sus bancos y sillas para obtener una vista privilegiada cuando el pesado rechinar de las puertas ornamentadas abriéndose, dieron la señal que los pobladores esperaban.
Exclamaciones de asombro y alegría acompañaron el primer vistazo de los guardias imperiales, vestidos con su más lujosa capa y armadura, desfilaban a paso constante. Los ocho comandantes a caballo, saludaban con un leve gesto, sosteniendo sus estandartes con orgullo, seguidos de los soldados de mayor rango y condecorados, marchando con la barbilla en alto.
Entonces llegaron lo eunucos con sencillas pero lujosas túnicas de color perla y cinturones rojos, sosteniendo lámparas con formas de la flor de magnolia, el símbolo de la familia imperial. Y justo en medio de ellos, jalados por enormes corceles de larga crin, aparecieron los dos carros de la familia imperial.
Yun QiRen tomó la mano de su esposa con disimulo mientras admiraban con aprobación los adornos que plagaban la ciudad y los cordones que evitaban que la gente obstruyera el paso de los carros.
Era una lástima que este año el príncipe Yun LanZhan no pudiera asistir, muchas doncellas y jóvenes lamentaron la ausencia, pero el desánimo les duró poco cuando el carro mas grande apareció.
Ataviado con una espléndida túnica en distintos tonos de azul y plata, su largo cabello sujeto en un complicado arreglo con peinetas y un Mianguan* cuyas cuentas de jade blanco contrastaban con la seda azul, el joven emperador Yun LanHuan mantenía la mirada al frente y la postura recta, dando la ilusión de un inmortal visitando la ciudad. Las largas cortinas platinadas y los complicados arreglos con enormes flores rojas, permitieron a la población observar el carro sin temer el castigo de mirar al emperador sin permiso.
Manos al frente y una leve inclinación. La gente veneró a su emperador con el respeto y el cariño que había ganado en su mandato, si bien todavía corto, eficiente.
Calle tras calle, la procesión continuó su lento paso a lo largo de la ciudad para que la mayoría de los pobladores pudieran admirarla.
Al final de la larga procesión, sobre un alto y amplio balcón cuidadosamente ornamentado con los mismos listones y flores que el carruaje imperial, tres filas de ministros, funcionarios e invitados, esperaban de pie a que el emperador llegara.
Sus ropajes de gala y con adornos rojos sutiles en los cinturones o en el cabello, les hacían brillar como caros jarrones colocados cuidadosamente sobre un estante. Las miradas atentas e inquietas que pensaban cómo podrían acaparar la atención de la familia imperial.
Cuando los carros llegaron a las escaleras y el emperador subió al palco, se sentó entre sus funcionarios e invitados, devolviendo los saludos con un leve movimiento de su cabeza. La zona principal, adornada con el brillo dorado de la casa imperial, dio descanso al emperador y a su familia.
Solo entonces los fuegos artificiales estallaron en el cielo. Las exclamaciones de alegría y júbilo, junto a la música, acompañaron a las luces multicolores, llenando las calles con un ruido esperado por largas semanas de preparación.
El festival había comenzado.
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Más de seis horas después, mientas una ligera llovizna caída, el emperador Yun LanHuan caminaba entre las abarrotadas calles a paso tranquilo, casi ausente. Su cabello se mantenía sostenido en una única trenza floja que bajaba por su espalda; una delgada capa verde oscuro caía sobre su cabeza y ensombrecía sus rasgos; su ropa sencilla apenas destacaba entre la multitud y aquel dije de madera, roto y pequeño, colgaba de su cuello en un leve vaivén que acompañaba sus pasos.
Un corto suspiro escapó de su boca.
El festival era el único evento en el que cualquier persona podía hablar con él, independientemente de su estatus. Y con el erudito como su invitado, estar a su lado durante los primeros minutos no fue algo difícil.
Plantear su solución, no lo fue tanto.
<<El erudito lo miró con duda.
--- ¿Irse?
--- No se han hecho supervisiones a los soldados en la frontera norte y hace un año desde la última confrontación --- Yun LanHuan procuró mantener su voz baja --- a nadie le parecerá extraño que vaya personalmente. Conmigo lejos, no podrán hacer ningún juicio, aunque cuenten con todas las pruebas.
El erudito asintió, de acuerdo.
--- ¿Por cuánto tiempo?
--- Al menos cuatro meses, el camino es largo.
--- Deberá irse pronto, Hong BaiHe ya se ha ido de la capital así que debe tener todo casi listo aquí.
--- Lo sé.>>
Si bien el erudito aceptó su propuesta con cierta reticencia, había algo que todavía mantenía a Yun LanHuan inquieto.
Cuando mencionó que le acompañara al norte, el erudito aceptó... hasta que propuso salir en cuatro días.
<<Tengo algo que hacer hasta la siguiente semana.>>
No quiso explicar más ni cambiar de opinión, pero concluir que su ausencia por tantos días era por motivo de aquel "trato" que la joven Liang había mencionado brevemente, no requirió mucho esfuerzo.
<< --- Antes habló de una persona, una que ayuda a la joven Hong BaiHe y contra la que tiene pruebas, pero que no puede detener por ahora --- Yun LanHuan mantuvo la vista en las personas a su alrededor --- Doy por entendido ahora, que hablaba del primer ministro del imperio Song.
El erudito hizo una breve pausa, tenso.
--- Así es.
--- ¿Es la razón de su próxima ausencia?
El erudito se encogió de hombros, restándole importancia aún cuando Yun LanHuan sospechaba que sus sentimientos al respecto no eran tan superfluos.
--- El ministro es quien está ayudando a Hong BaiHe con los soldados ilegales en el imperio, también es quien oculta las armas y compra las provisiones. Si no se detiene por voluntad propia, pondrá sobre aviso a Hong BaiHe de que conozco sus planes.
--- Creí que solo le ayudaría a disipar la culpa que pesa sobre el erudito Xiatian WenNing.
--- Es parte del acuerdo.
Reprochándose por lo que diría, pero incapaz de dejar de preguntar, Yun LanHuan dejó que las palabras salieran de sus labios.
--- ¿Busca protegerlo, como hace conmigo? >>
Mientras más pensaba en ello, sentía las palabras más absurdas que cuando las dijo en voz alta. No comprendía porque había hecho tal pregunta al erudito, de dónde salió aquel oscuro impulso en su cabeza que obligó a su boca a materializar su sospecha... pero tampoco se arrepentía de ello.
<< --- Lo quiero muerto, a él y cada maldita rata involucrada en esto.
Algo en esas palabras resonó en su interior. Con mucho esfuerzo, Yun LanHuan contuvo su gesto cuando un doloroso latido en su cabeza le golpeó. La frialdad en esos ojos azules, la tensión afilada en los jóvenes rasgos, la fiereza de su voz... le hizo recordar... él había...>>
Suspiró.
No sabía qué exactamente le recordó esa única respuesta, el dolor en su cabeza haciéndole imposible concentrarse y aumentando cuanto más lo intentó.
Al final se dio por vencido, la incomodidad desapareciendo al poco tiempo de dejar escapar lo que sea que rondara en su mente. Sin embargo, Yun LanHuan no olvidaría esa expresión, esa cortante respuesta le dijo mucho más de lo que había esperado.
Lo que sea que motivara al erudito era algo personal, algo que le afectaba con tanta profundidad para aceptar un trato con el ministro sin importar el riesgo que eso implicara.
El pensamiento le inquietaba tanto, que incluso sentía su corazón latir a un ritmo irregular. Pero no solo no comprendía su propio sentir, tampoco sabía cómo detener al erudito de seguirse poniendo en peligro.
--- Creí que tardaría más en salir del palco.
Con una discreta sonrisa, se giró hacía el hombre a su lado. Justo la persona que parecía no abandonar nunca sus pensamientos.
Vestido con ropas de un oscuro color granate, la sencilla túnica y el cabello suelto casi en su totalidad le permitirían al erudito moverse entre la gente sin resaltar. Al igual que él, parecía un civil más.
--- Mi tío me ha permitido retirarme antes.
En realidad, esta festividad era la única ocasión en que su querido tío le daba la libertad de caminar por la ciudad sin vigilancia. Sus padres se habían conocido en ella y era por respeto a ellos que le daba tal indulgencia.
--- Eso es bueno, descubrí algo.
La multitud de gente, pese a la llovizna, se mantenía alegre y ruidosa mientras caminaban entre los puestos o se detenían a admirar los pequeños espectáculos en medio de las calles. Artistas, músicos y acróbatas que aprovechaban la ocasión para ganar algunas monedas extras.
Jiang Cheng se distrajo con la daga de un puesto, la estilizada hoja brillaba dando la ilusión de ser afilada. La descartó cuando al levantarla notó la falta de balance de la ahora tosca arma.
Yun LanHuan, por otro lado, también se distrajo por un segundo, aunque no por el arma sino por las manos del erudito. La forma en que evaluaba el arma le pareció hipnotizante, algo en sus movimientos despertaba una extraña de nostalgia.
Sin ser consciente de ello, tocó por un segundo el dije que colgaba en su cuello.
Tan distraído estaba, que le tomó tres segundos completos notar que no había respondido al erudito.
--- ¿Qué es?
Sin importarle la pausa del otro, Jiang Cheng siguió su camino, fingiendo que solo eran dos personas más que disfrutaban del festival, su conversación discordante en un ambiente tan alegre.
--- Parece que planean mi muerte.
Yun LanHuan soltó el pequeño brazalete que había llamado su atención, mirado al erudito sin poder creer sus palabras.
--- ¿Cómo ha dicho?
Jiang Cheng no notó la tensión en el emperador aun cuando se giró para encararlo. Cruzó sus brazos al frente con un ligera sonrisa arrogante en su boca.
--- De alguna manera la gente en el palacio se enteró que yo me iría pronto --- Jiang Cheng sospechaba que era obra del ministro y su maldita boca ligera de palabras, pero no le daba importancia. Esto era bastante conveniente, en realidad --- así que BaiHe me quiere quitar de en medio.
Yun LanHuan vagamente notó dolor en sus palmas cuando sus puños se apretaron. Se obligó a soltar el prendedor que había sostenido.
--- No luce muy preocupado
El erudito lucía indiferente a pesar de que el corazón de LanHuan todavía no recuperaba su ritmo natural.
Jiang Cheng le hizo un gesto para que continuaran caminando.
--- Porque no lo estoy. Si es verdad que ella intenta algo en mi contra, puedo fingir que funciona. Sin mis deberes como erudito, podré seguirlo a usted al norte sin justificarme ante Song Lan y vigilar a Hong BaiHe sin tener que preocuparme de proteger mi identidad.
Quizá, pero LanHuan se negaba rotundamente a poner al erudito en peligro. Algo en él, esa voz desconocida que hablaba en sueños y que ahora hacía a su cuerpo tensarse, quería al erudito lo más lejos posible de cualquier daño.
--- ¿Y qué hay de su familia?
--- No es necesario preocuparse de ellos.
Yun LanHuan relajó sus manos con esfuerzo, tratando de respirar a través de la inquietud que el nuevo plan del erudito había despertado.
--- No creo que sea la mejor opción. Perderá cualquier influencia que tenga en su familia y por tanto en la corte de Song Lan, solo será otro civil.
Jiang Cheng lo pensó un poco, pero descartó el pensamiento con la misma velocidad.
Hacerles sufrir y rogar piedad era lo menos que merecían y para eso, no necesitaba ningún título ni influencia, solo una daga afilada y tener a esas ratas a su merced.
Sin embargo, no era algo que necesitara ser del conocimiento de este hombre.
--- No necesito ninguna de esas cosas --- gruñó --- mi único problema es el primer ministro. El plazo para cumplir con el acuerdo comienza apenas termine su audiencia con usted, pero el ataque ocurrirá dentro de cuatro días. Aunque me encantaría que fuera posible, no puedo estar en ambos lugares al mismo tiempo.
Yun LanHuan comprendió entonces que lo que sea que implicara su trato con el ministro, implicaba su presencia lejos del palacio. Suspiró. Había deseado que el trato con el ministro solo se tratara de un soborno.
Jamás le desagradó tanto equivocarse.
--- Quiere que retrase la audiencia del ministro, --- el erudito asintió --- sin embargo, no puedo hacer eso. Por causa del festival, todos mis deberes han sido establecidos hasta la siguiente semana. Si debo ir al norte en pocos días, tendré que ocupar cada momento disponible para cumplir con la mayoría de estos.
Jiang Cheng suspiró, ya imaginaba eso.
--- Esta bien, mientras pueda darme un lugar seguro para hablar con el ministro sin que nadie nos espié, me encargaré de ello.
Sus palabras eran racionales, más no lo fue así la reacción del emperador.
Detenlo.
El pecho de Yun LanHuan comenzó a punzar con más fuerza, todo en su interior rechazando la idea del erudito acercándose al ministro. Sin una razón lógica o concreta.
Estuvo a poco de tomar el brazo del erudito en un gesto impulsivo que apenas logró detener, en su lugar lo tocó del hombro brevemente para llamar su atención. Sospechaba que a este hombre no le gustaba ser tocado por otras personas.
--- No sé qué le ha prometido al ministro y tampoco necesita decírmelo si no lo desea. Pero puedo ayudarle, --- miró los sorprendidos ojos azules y su propio reflejo en ellos; por un segundo, notó lo agitado que lucía. Sus cejas un poco fruncidas, su expresión suplicante. Jamás pensó que podría verse así, sentirse así --- tengo información propia en contra del ministro --- hizo un gesto cuando vio al erudito abrir la boca --- sí, sé que no puedo retenerle o acusarle abiertamente, pero lo que sé debería ser suficiente para disuadir al ministro de su trato con usted.
Jiang Cheng tensó el gesto.
No lo quería tan cerca de la gente de BaiHe, no quería de nuevo cargar la culpa de que el jade fuera capturado. Luchar contra su propia necesidad de mantenerlo al margen, le costó más trabajo del que esperaba.
Pero lo hizo. Lo hizo por qué desde el segundo en que optó por ser honesto con el emperador, comprendió que aceptaba involucrarlo tanto como fuera necesario.
Al menos así podría asegurarse vigilarlo, se dijo para convencerse de ceder.
--- ¿Puede hacer eso? ---preguntó reticente, tragando la negativa que quería salir de sus labios. Prometió decirle la verdad al emperador y se negaba a ser llamado mentiroso... de nuevo.
Yun LanHuan asintió.
--- Puedo.
Jiang Cheng asintió con lentitud.
--- Bien entonces.
Fue curioso cómo el antiguo cultivador de gran orgullo aceptó sin preguntar por la información que tenía el otro o cómo con exactitud convencería al ministro. Jamás consideró que el emperador podía prometer al ministro el darle al erudito por más días a cambio de retrasar el plazo o darle poder sobre este por tiempo indefinido una vez terminado el conflicto con Hong BaiHe.
Era lo que cualquier otro emperador o funcionario habría hecho ante tales circunstancias. Modificar los términos del acuerdo en lugar de cancelarlo, usar al erudito mientras este fuera útil.
Sin embargo, Jiang Cheng nunca lo pensó y el emperador Yun LanHuan tampoco dio más explicaciones.
NOTAS:
*Mianguan (冕 冠):
Parte de la vestimenta del Emperador, es decir, pequeña corona
"De la parte delantera y trasera del sombrero del emperador cuelgan doce hilos de cuentas. Se llaman "yù zǎo" en chino: colgantes de cuentas de jade. "Yù" o jade simboliza el carácter vertical, mientras que "zǎo" se refiere a las cuerdas de seda que se utilizan para unir las cuentas de jade, que reflejan una mente clara y pura. Los doce colgantes en el frente se balancean con el movimiento más pequeño y rápido El emperador debe mantener una mirada directa y una postura adecuada, y también sirve como un recordatorio para que el emperador solo tome decisiones con pensamientos rectos y perciba las cosas a través de una mente clara y pura."
Fuente: Shen Yuan.
* Todos los detalles del festival son inventados para que se ajustaran a la historia.